Si vosotros también sois de esos a los que Donald Trump os provoca una especie de mal cuerpo -por así decirlo- cada vez que escucháis algunas de las muchas perlitas del señor presidente de los Estados Unidos, tenéis que saber que no estáis solos y ahora, gracias a la marca barcelonesa Costalamel, podéis devolverle vuestro asco en forma de un regalo muy pero que muy especial. Se trata nada más y nada menos que de un paquete con más de 500 calcetines usados acompañados de mensajes críticos para que entienda por él mismo lo que piensan los jóvenes del mundo de su mandato: apesta.
“Estamos hartos de sus discursos racistas, sus tuits embarazosos, sus políticas recorta libertades y su ataque constante a las mujeres, por lo que hemos decidido iniciar una campaña para mostrar nuestra disconformidad”, cuentan desde la firma quienes aseguran que esto “no es una manifestación, ni una protesta escrita, ni una campaña digital que no llegará a ningún lado”. Simplemente creen que si en 2017 todavía tenemos que defender el poliamor, países sin muros, las mujeres y sus ovarios o la libertad de expresión; es que algo no va bien. Y para los que piensan que esto no va con ellos por el hecho de ser el presidente de otro país, desde la marca reivindican que esto nos afecta a todos al tratarse de derechos fundamentales y afirman que se sienten “con el deber de decir no a un discurso lleno de odio, racismo y xenofobia”.
Para ello, los artistas que se encuentran detrás de Costalamel han creado un microsite con el mensaje, la mecánica de la protesta y la posibilidad de comprar un modelo de camiseta con el mensaje “Don’t grow up it’s a Trump” y unos pins. De esta forma, aquel que tenga algo que decir a Trump, tan solo debe sacarse los calcetines que lleva puestos –mucho mejor si son los que lleva después de toda la jornada laboral, o los del gimnasio, de esos que casi andan solos- y meterlos donde pueda, adjuntando una nota escribiendo su disconformidad. El paquete de calcetines y los mensajes deberán hacerse llegar a la dirección del estudio. Además, si sois de los 300 primeros, se os enviará de vuelta unos calcetines nuevos de la colección Anti-Trump.
Y para demostrar su objetivo, desde la marca se comprometen a hacer un seguimiento a través de su Instagram Stories donde nos irán contando todo el proceso de la campaña: la recepción de los calcetines, el encuentro con los que se acerquen al estudio, su empaquetado, la lectura de los mensajes y el envío final con destino a Washington DC.
Quien sabe si de aquí a un mes la Casa Blanca quede inundada de calcetines sudorosos y malolientes con sus mensajes protesta. Sus creadores ya avisan: “que se prepare Trump porque el paquete llegará sin ambientador de pino.”
Fotografías de Arán Martínez
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