Contemos 365 días a partir de hoy. Justo 365 días para el estreno de la nueva película de Pixar que, este año, ha decidido saltarse a la torera su máxima de “película por año”. Tras el pequeño susto en la producción de The Good Dinosaur (¡por la cual una servidora está ya babeando!), Pixar se ha puesto las pilas de nuevo, y hace apenas una semana teníamos novedades de la futura agenda de la gran multinacional.
El encargado de ponerle nombres y apellidos a la titularidad de la cinta es de nuevo Pete Docter, responsable de películas como Toy Story, Up, Monstruos SA o Wall E, lo que no indica sino un buen augurio. Al menos en cuanto a nivel de guión se refiere.
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También ahora, parece que Pixar viene dispuesta a tocarnos la fibra más sensible contándonos la historia de Riley, una niña de 11 años cuyas emociones (Alegría, Miedo, Ira, Asco y Tristeza) serán las protagonistas absolutas de la cinta. Que no se diga que Pixar ha perdido su originalidad maestra.
En el marco del Annecy International Animated Film Festival, que tuvo lugar la semana pasada, fueron exhibidos los 5 minutos de apertura de la película, que presentarán a Riley en su etapa de bebé y comenzando sentir las emociones: la Alegría es una de sus primeras experiencias y la encargada de ponerle voz a esta emoción no es otra que Amy Poehler. Si le sumamos a esto que toda esta narración de 5 minutos está es contada con el mismo estilo de montaje que nos hizo llorar a todos en UP, ya tenemos asegurados unos 5 primeros minutos magistrales de cinta y un hype por las nubes.
Pero si hay algo que enfatiza el director de Inside Out, es que Riley no es el personaje principal, sino que es la premisa y portadora de un entorno en el que está situada la historia realmente: la mente. Por eso las emociones juegan un rol tan determinante.
Pensaba que estaba haciendo una película sobre mi hija, pero la verdad es que es una película más sobre mi relación con mi hija y mi entendimiento de esta. Está contado desde el punto de vista de un padre y al ser un padre, creo que tendí a eso.
En todo ese contexto, las emociones serán representadas con personajes a todo color, que ayudarán a Riley a procesar las nuevas experiencias como la que se da en su vida cuando tiene que afrontar el primer día en su nuevo colegio tras asumir la decisión de sus padres de trasladarse desde un pequeño pueblo a la gran ciudad de San Francisco.
Si todo sigue como apunta, tendremos aquí otra de los grandes guiones de Pixar, de esos que hacen que ahondes en tus más recónditos recuerdos, de esos que invitan a revivir sentimientos pasados; uno de esos guiones de pérdida de la infancia y paso a la edad adulta, que incluso hasta a los más duros les toca el corazón.
Por ahora estamos lejos de un primer tráiler, pero seguro todo este año sin películas Pixar elevará bastante las expectativas. Especialmente porque al menos parece una historia original y con mucho alma. Y también porque, seamos francos, la animación nos toca el alma, porque todos hemos sido niños, y porque es bonito recordarlo. Y también porque seguimos siéndolo…
¡Te esperamos con los brazos, y la mente, abiertos, Pixar!
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