La historia del videoclip, tal y como hoy lo conocemos, nos ha regalado momentos únicos desde que en 1981 la MTV emitiera por primera vez aquel Video Killed the Radio Star, atemporal tema de The Buggles, aunque tuviera como precursor al Bohemian Rhapsody de Queen. Mientras en España Mecano lanzaba su vídeo para Hoy no me puedo levantar, Michael Jackson se encargaba de regalarnos un pedazo de historia visual con su mítico Thriller en 1983 que, hasta esa época, se convirtió en el videoclip más caro de la historia.
Vivió su época dorada en la década de los 80 donde reinaban las hombreras, las lentejuelas y los pantalones bombachos. El hip-hop se apoderó del género mientras en las discotecas seguían sonando los éxitos de Madonna y Duran Duran. Con el rock de estadios de Guns N’ Roses y su November Rain o el grunge de Nirvana y su eterno –e inesperado éxito comercial- Smells Like Teen Spirit el videoclip continuó su particular camino de rosas llegando a cifras imposibles como los 2,3 millones de dólares del Miami de Will Smith, los 2,6 millones del Heartbreaker de Mariah Carey, hasta los 5 millones de Bedtime Story de Madonna.
El nuevo siglo vino de la mano de la era Internet y con ella el agotamiento de un producto que había supuesto una importante fuente de ingresos para los artistas y sobre todo para las discográficas. La gallina de los huevos de oro había dejado de incubar estos pequeños tesoros que ya no reportaban el rédito de épocas pasadas.
Tocaba reinventarse y llegó YouTube. Historia conocida ya. Y aunque en lo musical la cosa no había mejorado –ni lo haya hecho todavía- gracias a la plataforma el resurgir del videoclip es un hecho desde hace unos años. Los artistas vuelven a apostar por esta maquinaria audiovisual, tan efectiva como personal, para contar esas pequeñas historias que esconden cada canción.
A pesar de la mercadotecnia estadounidense –véase Beyoncé y sus colegas de generación- aquí, en este pequeño pedacito de tierra llamado España, aún quedan reductos de cierta innovación. Ritmo en la sangre es el primer videoclip porno en la historia de nuestro país protagonizado por los actores Amarna Miller y Sylvan. «Queríamos hacer un videoclip en el que pasase lo que nos gusta que pase con nuestra música, que la gente se emocione, que bailen y que follen» confiesan los gallegos Novedades Carminha, autores de este trallazo de rock n’ roll. Una nueva manera de asegurarse que hablen de ellos -para bien o para mal- y que les sitúa en el mapa de artistas emergentes, a pesar de haber publicado en abril su cuarto disco «Campeones del Mundo» el cual presentarán en Madrid el próximo 26 de noviembre en Joy Eslava dentro del ciclo Pop&Dance.
El vídeo es solo para adultos y puede verse en la web del grupo
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