Su peluquería es una de las más concurridas de San Antonio, Texas, donde su clientela cada vez se está volviendo más exigente a la hora de pedir extravagantes cortes de pelo. Y es que la fama de Rob Ferrel está rompiendo fronteras y cada vez son más las personas que acuden a su salón de belleza o taller de arte para dar una vuelta de tuerca a su look capilar. Lo suyo no es cortar, secar y peinar. Le va más eso de reproducir rostros de personajes conocidos sobre la cabellera de sus clientes, lo que le ha granjeado una fama sinigual, al ser el primer artista del pelo del mundo que crea arte donde antes solo había pelos y más pelos. Su pasión siempre ha sido el dibujo, pero entendía que si quería alimentar a su familia debía dejarse de sueños y trabajar a tiempo completo en su oficio como peluquero. Poco a poco comenzó a aunar su hobby con su trabajo y como resultado ha obtenido el reconocimiento por parte de la crítica que ha alzado sus creaciones al olimpo de los cortes de cabello.
- Rob Ferrel y las Tortugas Ninja
- Rob Ferrel y las Tortugas Ninja
El primer retrato que realizó fue inmortalizar la cara del rapero Tupac Shakur sobre la cabeza de un amigo suyo. De ahí comenzó una discreta carrera haciendo aparecer caras sobre las cabelleras de sus clientes, hasta que el jugador de la NBA Tony Parker llegó a su estudio en 2012 con un encargo. De ahí su fama dejó de pulular de boca en boca a acaparar jugosos titulares por todo el mundo destacando su trabajo con Johnny Depp, Bruce Lee, Barack Obama, Spiderman o Messi como iconos a retratar. Sus herramientas de trabajo son una simple máquina de afeitar, unas tijeras y una navaja, con las que logra dar distintos volúmenes al cabello hasta lograr reproducciones hiperrealista de personajes famosos en la cabeza de sus clientes.
Eso sí, el pelo no es su único soporte y ha llegado a realizar retratos con azúcar, ketchup, arena, suciedad sobre un coche e incluso con los restos de la digestión de un bebé en un pañal…
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