Has roto con tu pareja, de la que estabas enamorad@ hasta los huesos. Ahora ya no está, pero cada vez que miras las paredes están llenas de sus recuerdos, de sus abrazos y de todos los rastros que su ausencia ha dejado tras de sí. Es imposible despedirse -si es que ésa es tu intención-.
Las sobras del amor que quedan tras la ruptura. Algunos restos quedan enterrados en una caja en el fondo del armario, otros se queman en la hoguera de San Juan, hay quienes prefieren arrojarlas a la basura con rencor o indiferencia y quienes los recolectan como muestra del amor que un día existió. Pero también están aquellos que los exponen cual pieza de arte.
Así nació el Museo de las Relaciones Rotas -Museum of Broken Relationships-, una galería un poco especial y que abre sus puertas en Los Ángeles en mayo de 2016. Sin embargo, al igual que ocurre con muchos remakes, el origen de esta idea nace de un proyecto itinerante desde el año 2006 y que finalmente instaló primera sede fija en Zagreb, Croacia.
Aunque muchos puedan pensar que se trata de una exposición creada desde el morbo del despecho, lo cierto es que la idea original pretende recoger la esencia y el trasfondo de una relación que se ha acabado, un proceso de separación simbólico. Las piezas son donadas y se pide que cada objeto vaya acompañado de la explicación y su significado, pueden ser anónimas pero se antepone como condición que no sean discriminativas.
Miles de historias de amor nacieron y murieron, pero merecen su lugar en este espacio tan particular.
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