Andando por Embajadores en Madrid nos topamos unos carteles que anuncian la llegada de la exposición de uno de los grandes, Alberto García-Alix. Un horizonte falso, así se llama el nuevo hijo del artista, una muestra cuyo nombre proyecta y augura lo que nos encontraremos en esta colección de 80 fotos expuestas en La Tabacalera.
Este leonés amante de lo analógico cree que lo digital roba la esencia y falsifica las emociones, le entusiasma la idea de soñar con sus fotos antes de revelar el secreto que traen en blanco y negro. Con esta recopilación hace que se difuminen los límites más marcados, se zambulle en ese «horizonte falso» en el que distorsiona lo que nuestros ojos captan a través de la abstracción; difuminaciones o deformaciones de lo concreto se hacen protagonistas y consigue jugar con las metáforas visuales de tal forma que es capaz atrapar con sus lentes el universo más etéreo, un mundo que pasa desapercibido cada día ante nosotros.
Cada una de las fotografías nace de un momento de revelación según comentó a los medios, un momento en el que él sentía que tenía que disparar, al igual que ocurrió con el retrato de su amiga Gemma antes de que falleciera por un cáncer. La muestra se divide en temáticas: autorretratos, retratos -ha creado su propio estilo de personaje retratado-, paisajes e imágenes crudas, animales… Y acompaña la exhibición de un vídeo explicativo en la que escuchamos su característica voz de fondo. Sólo os adelantaremos que esta vez se atreve incluso a guardar en el recuerdo la impactante imagen de una mujer asesinada.
No os vamos a revelar todo lo que os podéis encontrar pero tenéis hasta el 10 de abril para disfrutar de esta magnífica exposición que se ha convertido en una de nuestras ‘imperdibles’.
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