¿Os imagináis producir vuestra propia ropa y accesorios desde el escritorio de casa? Vale, puede sonar un poco loco, pero seguramente nuestros abuelos tampoco se imaginaban poder hablar a tiempo real a través de un dispositivo sin teclas del tamaño de su mano. Y es que, la llegada de las impresoras 3D ha cambiado los estándares de fabricación en todos los sentidos, abriendo un mundo casi inimaginable de cosas que se pueden hacer con ellas. Basta por darse un paseo por la red, para ver una multitud de objetos creados con estas ‘máquinas del futuro’.
Es cierto que esta la tecnología de las impresoras 3D no es nueva, ya que a nivel industrial lleva utilizándose desde hace más de 30 años. Pero lo ‘novedoso’ del tema ha sido su desembarco en el ámbito de consumo con modelos ‘asequibles’ que permiten numerosas posibilidades. Su filosofía es similar a las de toda la vida, sólo que éstas usan nuevos materiales, generalmente plásticos y, capa a capa, van dando forma al objeto. Dicho así, puede parecer un poco raro pensar en una prenda fabricada con una de estas impresoras, pero hace poco más de un año una espectacular Dita Von Teese acudió a un evento en Nueva York con un impresionante vestido realizado íntegramente con una impresora 3D. Una pieza creada por los diseñadores Michel Schmidt y Francis Bitonti, inspirada en la secuencia de números Fibonacci y para la que se fabricaron 17 piezas distintas, todas ensambladas a mano, a las que se añadieron 13.000 cristales de Swarovski. Una verdadera obra de arte del diseño y las nuevas tecnologías.
Aunque sin duda, una de las pioneras en el uso de la impresión 3D para el sector textil ha sido la diseñadora Iris Van Herpen. De hecho, sus vestidos fueron nombrados en 2011 por la revista Time como una de las 50 mejores invenciones del año. Esta diseñadora de origen holandés, combina la moda y el arte en una expresión visual casi única, innovando tecnológicamente en cada colección, colaborando constantemente con científicos y arquitectos. Una visionaria del mundo de la moda que sorprendió a todos los asistentes de la Semana de Moda de París el pasado año con su colección [Voltage], donde presentó 11 vestidos diseñados y producidos con nuevas tecnologías digitales, que incluía dos con impresión 3D y uno con sintetizado láser. Una colección fruto de la colaboración entre Van Herpen y Neri Oxman (profesora en el Media Lab del MIT) que fue producida por Stratasys mediante uno de sus modelos Object Connex. “Mi trabajo viene de ideas abstractas y el uso de nuevas técnicas, no de la reinvención de las viejas ideas. Creo que sólo será cuestión de tiempo antes de que veamos la ropa que usamos hoy en día producida con impresión 3D«, afirmaba la diseñadora después de su desfile.
Muy al estilo de Van Herpen, encontramos a Madeline Gannon, fundadora de Madlab.cc, un colectivo que explora las posibles aplicaciones de la ciencia al diseño. En su colección Reverberating Across the Divide, ha unido el escaneado, el moldeado y la impresión 3D para crear complejas estructuras tridimensionales trasformadas en originales collares y pulseras.
Incluso en el desfile de Victoria Secret de las navidades pasadas pudimos ver un diseño realizado con la tecnología 3D. El encargado de desarrollar esta impresionante prenda fue el arquitecto Bradley Rothenberg, artista cuya filosofía es ver al cuerpo humano como un sistema arquitectónico. La prenda, llamada Snow Queen, fue hecha con las medidas exactas del escaneado 3D de la modelo que lo portaba, Lindsay Ellingson. Una impresionante colaboración entre Victoria’s Secret, Shapeways (la compañía de impresión 3D) y Swarovski, quien se encargó de incrustar millones de cristales para darle un brillo único.
Otra de las últimas en apuntarse a esta nueva moda del 3D ha sido la diseñadora Noa Raviv. Esta isaraelí de tan sólo 26 años presentó recientemente su colección Hard Copy con elementos realizados con una impresora 3D Stratasys, como proyecto de graduación para la escuela de diseño Shenkar College of Design. En sus prendas, la geometría, las ilusiones ópticas y la mezcla de impresiones son las protagonistas. Tul, seda y organza plisada convierten sus diseños en verdaderas creaciones dignas de ser expuestas en los mejores museos de diseño del mundo. Una colección con la que por cierto, ha ganado el premio Fini Leitersdorf de su escuela, por la que recibió 50.000 shékels.
Y como no podía ser de otra manera, la vanguardista firma de calzado United Nude presentó el pasado mes de agosto en su flagship store de Nueva York sus primeros zapatos realizados íntegramente con una impresora 3D. Aunque esta no es la pimera vez que usan la impresión 3D para el desarrollo de sus zapatos, ya que es algo que vienen utilizando desde sus primeros diseños allá por 2001. Además, ya habían colaborado con la diseñadora Iris Van Herpen para crear zapatos para su desfile con acabados impresos hechos con laser de última generacón. Pero hasta ahora, no se habían lanzado a crear un zapato hecho íntegramente en 3D. Según Rem D. Koolhaas, director creativo de la firma: » Nos sentimos extremadamente orgullosos por la idea de desarrollar un zapato con la impresora Cube 3D de 3D System. De hecho, esta nueva impresora de 999 dólares es compacta y muy fácil de usar, capaz de imprimir un montón de pensamientos y creatividad. Hemos diseñado el calzado en tres partes vinculadas entre sí que forman el producto final, lo que le agrega originalidad al diseño,pero para hacerlos más cómodos hemos agregado una suela de goma cortada a mano. Eso sí, aunque es un diseño completamente ponible, no puede ser comparado con los zapatos convencionales en cuestiones de comodidad. El objetivo de este diseño es crear algo bello e interesante, es experimentar, avanzar hacia un futuro y aprender cada vez más«
Después de ver todas estas creaciones, ¿véis realmente lejano lo de imprimir vuestros diseños en casa?
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