El arte de la provocación y la búsqueda de las naturales reacciones de un público cada vez más resistente a ser sorprendido se convierte en todo un reto bajo la trasgresora genialidad de algunos artistas. Finalizada en 2012, la Serpiente del Océano de Saint-Brévin es una de estas obras que pretenden escudriñar la mente humana y sumergirse en la búsqueda de los instintos más naturales.
Un enorme esqueleto metálico, restos óseos simulados de una serpiente marina gigante imaginaria, es la propuesta que el artista Huang Yong Ping aportó a la exposición de arte contemporáneo ‘Estuario’ y que se desarrollaba a lo largo de la orilla del río Loira. A las afueras de Nantes, Francia, y con casi 130 metros de longitud, este esqueleto se inspiró para sus curvas en las ondas del cercano puente de Saint-Nazaire, y para sus vértebras, en las redes de pesca. El objetivo de este encuentro, presentar diversas obras artísticas en la naturaleza o la estructura urbana en el estuario del Loira, fue conseguido completamente por este original creador.
Su simbiosis con la naturaleza es tal que, dependiendo de los niveles de la marea y las condiciones climáticas, la instalación puede aparecer y desaparecer oculto bajo las aguas. ¿Te parece sugerente esta instalación artística?
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