Muchas veces, las remodelaciones son un arma eficaz para sacar partido al potencial de una vivienda. No importa el tiempo que se emplee, el resultado de una buena renovación puede ser asombroso. A la vez, puede dar un valor añadido a la vivienda si se piensa vender en un futuro no muy lejano. Lo importante es siempre seguir un estilo que encaje con el espíritu tanto interior como exterior de la vivienda.

Un maestro jubilado de la ciudad de Londres decidió llevar a cabo una remodelación en su casa. Para ello, contó con la ayuda de la firma arquitectónica Proctor & Shaw. El proyecto consistía en actualizar el interior de una vivienda de los años 50 y realizar una ampliación hacia el patio interior para darle una mejor conexión interior-exterior. La casa Herne Hill es una vivienda adosada que permite algunas licencias pero siempre respetando el pasado de la construcción, según las normas y leyes urbanísticas actuales.

Así, Proctor & Shaw han convertido la Herne Hill en una vivienda acogedora, compacta y agradable. La principal novedad consiste en haber incluido en la planta inferior una construcción adosada y un nuevo patio para hacer del jardín un lugar único donde disfrutar en soledad. Este lugar se ha forrado de madera, de arriba abajo, y se han adosado unos bancos para emplearse como lugar de lectura o lugar de descanso y meditación.

También la ampliación ha afectado a la cocina y el comedor. Proctor & Shaw han robado unos metros de jardín para reubicar la cocina y establecer un concepto abierto de comunicación entre cocina-comedor-lugar de descanso. La cocina de la Herne Hill cuenta así con una cristalera en el tejado que permite mayor luminosidad al interior y estar en contacto directo con la naturaleza. El mobiliario empleado tiene la madera como elemento principal así como el color blanco, lo que le aporta mayor frescura y modernidad. El comedor sigue la línea de madera comenzada en el lugar de descanso, dándole homogeneidad al conjunto y una sensación de calidez y comodidad.

Para la construcción de estos habitáculos, Proctor & Shaw han recurrido al ladrillo, pero de color gris oscuro. La Herne Hill consigue un contraste entre lo antiguo y lo moderno, pero siguiendo una línea paralela a la de la construcción inicial. La vivienda resulta así un ejemplo de eclecticismo bien conjugado y un hogar cómodo a la par que confortable para la jubilación.