Su capacidad para mitigar la dureza del amargor es lo que define su esencia y le ha encumbrado como elemento indispensable en la cocina. El azúcar lleva siglos y siglos realizando una irrecompensable labor, no sólo convirtiendo en deseables y apetecibles algunos alimentos que resultarían poco digeribles sin él, sino también nutriendo y alimentando nuestro cerebro.
Sin embargo, pocos conocen otras cualidades aún más impresionantes si cabe, como su versatilidad y capacidad de transformación a través de variados procesos en múltiples estados y aspectos. Uno de esos expertos que es capaz de elevar esta capacidad a la máxima expresión es Stéphane Klein, un maestro y mago del azúcar cuyo dominio por este elemento le ha hecho famoso alrededor del mundo.
Padrino del Musée Les Arts du Sucre en 2014, Klein ha creado bellas obras de arte azucaradas llenas de detalles y precisión que invitan a conocer mundo lleno de fantasía y colorido con elementos sinuosos marcados por el brillo, la textura y la elegancia. Deliciosas calabazas, duendes, sapos y dragones conviven en este maravilloso universo elaborado por este artista.
Nacido en Belfort (Francia) e iniciado en el mundo gastronómico en la pastelería familiar, este artista culinario apasionado por el dibujo se ha convertido en todo un escultor del azúcar. Inspirado por el doblemente nombrado Meilleur Ouvrier de France, Yves Thuriès, comenzó a realizar sus primeras obras dulces.
Sin embargo, Klein, que se autodefine como un competidor incorregible en continua competición consigo mismo, se ha propuesto no ocultar los secretos de su maestría y por ello se volcó en formar a alumnos en esta materia desde una escuela de pastelería en Alsacia para posteriormente crear su propio taller, el Atelier des Arts du Sucre un centro en permanente investigación artística para buscar nuevos sabores, texturas y fragancias.
Ejemplo de esta vocación por formar futuros artistas culinarios es la diversidad de su cursos de azúcar soplado donde enseña sus técnicas, mis trucos y mi destreza así como sus recetas y metodología en dos niveles, para iniciados con el fin de aprender a elaborar piezas simples (animales o vegetales) y distintas técnicas de soplado (esculpidas, patinado, escarificado…) hasta otros impartidos bajo el sugerente título de ‘The prestige blown sugar’ para expertos interesados en crear una obra maestra de azúcar soplado.
Apasionado por el ikebana, el arte floral tradicional japonés del que ya os hemos hablado, Stéphane Klein se ha propuesto recrear con suma perfección los elementos de su dulce universo con azúcar y lo ha conseguido, basta con comprobar los múltiples detalles que ofrecen sus esculturas.
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