¿Cuál podría ser el sueño de todo artista que va consagrando su arte en su país natal? Seguramente, a todo artista le encantaría realizar una impresionante obra que perdurase en el tiempo y que fuese conocida por todos sus contemporáneos. A la memoria nos pueden llegar imágenes de grandes obras italianas, como las de Miguel Ángel, Rafael o Leonardo. Todos ellos tienen el paradigma de haber sido grandes artistas durante la época que vivieron y han sido conocidos por sus contemporáneos y por las generaciones posteriores. Tal vez no será conocido por las generaciones posteriores, pero Alicja Biala será conocida por sus contemporáneos por el trabajo que ha realizado en Wroclaw, Polonia.

El proyecto en sí consistía en decorar un edificio de nueva construcción, situado en la isla de Slodowa, que se dedica, enteramente, a la hostelería. El Concordia Design, que es como se bautizó a este edificio, fue obra del estudio de arquitectura MVRDV. El interior necesitaba un proyecto que fuese original, que le diese unidad a los dos espacios que lo componen: un restaurante, en la parte baja, y un bar de copas, en la terraza superior. Para ello, recurrieron a los servicios de Alicja Biala y su equipo.

La artista polaca se confiesa como una amante de los mitos y leyendas de su país natal. Como le pareció una buena temática que proporciona recursos suficientes para la decoración del lugar, se puso manos a la obra. El interior del Concordia Design consta de unos 500 metros de superficies, entre paredes y techos, para decorar. Cosa nada baladí, porque a ver quién es el guapo que tiene repertorio suficiente para rellenar tamaña superficie. Incluso ha recurrido a flora y fauna típica de esas latitudes para dar una línea continuista a su obra.

Viendo el mural de Alicja Biala, la imaginación vuela hacia aquellos frescos sobre mural que realizaban nuestros antepasados durante la época del Románico en Europa. Imaginarse a aquellos equipos de pintores, montando sus andamios de madera, preparando la pared con el enfoscado, el enlucido, realizando el estarcido para marcar el dibujo preliminar, preparando sus cuencos con los pigmentos y aglutinantes para dar color y vida a esos dibujos, debió ser una experiencia única. Biala habrá podido conocer de fondo el duro trabajo de la técnica mural, pero también la satisfacción de saber que su obra va a ser contemplada por un público muy diverso que podrá disfrutar de una comida o una copa mientras lo hace.

Para muchos los dibujos de Alicja Biala y su equipo pueden parecer simples o carentes de dificultad. Pero para poder hacer una buena interpretación de las mismas hay que acudir precisamente a ese estilo Románico para entenderla. Durante aquella época, las figuras que se representan se conciben como elementos generadores de espacio. El elemento capta la atención por completo del espectador, sin que nada superfluo pueda distraerle. Y qué mejor que para captar esa atención utilizar colores planos, sin claroscuros que den volumen o sensación de realidad a esas figuras. Porque no se está representando la realidad tal cual, se está representando mitos y leyendas que tienen un contenido simbólico, pero no real.

Y no contenta con llenar de vida los muros del Concordia Design, Alicja Biala también despliega el talante decorativo con la realización de una impresionante lámpara, inspirada en las tradicionales arañas que cuelgan de muchos edificios históricos, y de un mostrador de entrada decorado con azulejería.  Con ellos, Biala completa así un diseño interior único, muy particular pero a la vez lleno de vida.

Fotografia Juliusz Sokolowski y Patryk Lewinski.