Que la región de Burdeos es conocida por sus famosos vinos, desde que despegara su industria vinícola allá por el siglo XVIII, es una realidad innegable. Que la zona atrae a miles de turistas durante todo el año por la cercanía con ciudades como Biarritz, con sus bellas playas aptas para el surf y donde toda la gente bien del país francés pasa sus vacaciones, es indudable. Pero que sólo unos cuantos conocen las zonas de senderismo cercanas y sus curiosos refugios es un delito.

Los excursionistas más aventajados ya conocen algunos de ellos. Y se han quedado encantados con lo que han podido encontrar. Andando por medio de los paisajes del lugar han encontrado una  cabaña para pasar la noche que nada tiene que ver con un refugio de montaña. Su forma ya es toda una sorpresa pero su interior es aún más llamativo.

Pasar la noche en el interior de Los Vigilantes es, a lo sumo, una maravilla. El estudio arquitectónico Zebra3 ha ideado una serie de cabañas para pasar la noche, de forma gratuita, gracias a la iniciativa de Bruit du Frigo, un taller de arquitectura utópica muy concienciada en recuperar espacios naturales y darlos a conocer. Para ello, han diseñado una serie de casas de las cuales Los Vigilantes es la primera terminada e inaugurada.

La cabaña tiene la forma de tres búhos unidos entre sí formando una circunferencia en el plano.  Al exterior, el acabado en madera es muy realista y las ventanas, en forma ocular, resultan ser los ojos de estos nocturnos amigos. El interior resulta amplio y acogedor, con unas camas circulares a disposición de los huéspedes. El resultado, además de ser un homenaje a los escultores franceses François Pompon y François-Xavier Lalanne, es una casa divertida donde poder alojarse durante la visita al lugar.