Desde hace unos años, se ha puesto de moda el concepto DIY (do it yourself). Este concepto, importado desde Estados Unidos, nació de los movimientos anticapitalistas, que proponían construir sus propios objetos para el hogar y repararlos sin necesidad de acudir a las empresas capitalistas y contribuir con el sistema económico vigente. Lejos de la realidad, el DIY viene a ser en nuestro país a un equivalente de manualidad o montaje fácil. Muchas son las tiendas que ofrecen muebles fáciles de construir aunque, en la mayoría de ocasiones, la calidad no es la que se espera.
Pues bien. Este DIY ha sido tomado por una firma de diseño australiana y la ha aplicado a sus casas prefabricadas. Hay que decir que el resultado da mucho juego. Ecokit, la firma arquitectónica de la que hablamos, define su proyecto como versátil, fácil de montar, con mínimo coste, con calidades de ahorro energético y respetuoso con el medio ambiente. Todas y cada una de estas prerrogativas las sigue al dedillo. Vamos a echarle un vistazo.
Para empezar, el coste de la vivienda es bastante asequible pero depende de los acabados que el cliente desee, como un suelo sencillo o doble, paredes reforzadas, instalaciones interiores… Es obvio que, a mayor presupuesto, mayor confort y calidades en el conjunto. Además, si una vez finalizado el proyecto se desea añadir algún que otro elemento es posible hacerlo.
La casa consta de elementos prefabricados para ser ensamblados y facilitar así su montaje. La utilización de estas piezas facilita no sólo el proceso de producción, también el de construcción. El coste de las mismas suele ser más barato pero no por ello deja de ser un producto final de acabado total, durable, de buen material y calidad.
En cuanto a la conservación del medio ambiente, la casa opta por un sistema de ventilación que permite refrescar el aire interior cada cierto tiempo, no vertiendo residuos al exterior, y utiliza materiales naturales para los acabados. La madera es el elemento más demandado para su fabricación e incluso para el mobiliario interior, dándole un aspecto menos artificial de casa prefabricada.
Los electrodomésticos empleados y el sistema de eléctrico es de lo más moderno con el consecuente ahorro de energía. La tecnología punta abunda por el interior de esta espaciosa vivienda de dos plantas e incluso emplea paneles solares sobre el tejado para utilizar la energía del sol como fuente principal de energía para su funcionamiento.
El resultado es una vivienda moderna, estilosa, con un aire chic. El hecho de ser prefabricada no le resta calidad a su construcción, utilizando materiales de primera y tecnología punta allí donde hace falta. El diseño queda así sometido a la arquitectura pero sin perder elegancia, siendo la practicidad y el bolsillo del comprador lo primordial.
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