Cuántos de nuestros lectores estarán contando los días que quedan para vacaciones. Seguramente, muchos estarán tachando los días del calendario, como si de una condena se tratase. La ansiada “libertad” en forma de tiempo de ocio está a la vuelta de la esquina. Algunos ya estarán disfrutando de un merecido descanso en cualquier destino nacional o internacional deseado. Otros, aprovecharán los fines de semana para escaparse a esa casita de campo, playa o en la sierra hasta que las vacaciones lleguen.
En la zona del Levante, predominan las casitas de playa alejadas del núcleo poblacional costero. Al igual que ocurre en la zona centro de la Península, la búsqueda de un lugar apartado del bullicio y el ajetreo frecuente, que suele darse durante los periodos vacacionales oficiales, es común hasta para disfrutar del mar y sus beneficios. Descansar en una casa de playa, en algún recóndito municipio que alberga unas impresionantes vistas del mar, es bastante más frecuente de lo que pensamos. Y algo parecido es lo que tenía en cuenta el propietario de la Casa Hofmann cuando decidió encargar a Fran Silvestre Arquitectos un proyecto de vivienda que le permitiese disfrutar del don de la tranquilidad y el descanso.
El gran reto de Fran Silvestre Arquitectos consistió en construir la vivienda sobre una parcela elevada y alargada de terreno. El desnivel natural se convirtió en un problema a resolver pero también en un elemento más, el cual se hizo aprovechable en el proceso constructivo. Se utilizó la piedra natural de la pendiente como base para realizar la piscina y la planta inferior de la Casa Hofmann. De esta forma, la vivienda queda adaptada a la anomalía del terreno y forma parte del mismo.

La planta diseñada por Fran Silvestre Arquitectos se distribuye en forma de T, para salvaguardar esta anomalía. Además, el diseño en esta forma protege la Casa Hofmann de miradas ajenas y de vecinos curiosos. Otra de las peculiaridades de este diseño es que el sol de verano no incide de forma violenta sobre la vivienda y permite que en invierno, cuando la temperatura es más baja y fría de lo habitual, caliente, ilumine e incida sobre la construcción.

El diseño exterior de Casa Hofmann aparece como un único elemento sobre el horizonte. El tejado se utiliza como terraza superior, pudiendo disfrutar de una amplia vista del mar y de la costa valenciana. Además, esa terraza puede ser utilizada como solárium durante el verano, e incluso albergar otras funciones más prácticas de la vivienda.

Al interior, viendo el uso de cristaleras en todo el perímetro, que permiten una total comunicación interior-exterior, permite comprender la estructura en T. El uso de una estructura interior, como eje vertebral que distribuye los espacios de la Casa Hofmann, le convierten en el centro de atención de todas las miradas exteriores. El espacio resulta así continuo y abierto, roto por el elemento vertebrador que no deja ir más allá de lo que la vista permite. Tanto en la planta principal como en la superior, el espacio queda distribuido de igual manera y permite una optimización al 100% del mismo.

La Casa Hofmann se convierte en un lugar agradable, rodeada de jardines consolidados, con una piscina de piedra natural, unas vistas relajantes del mar y una brisa marina que acaricia un terreno desnivelado hecho vivienda. La vida se hace más sosegada y se disfruta de un lugar de descanso gracias a la labor de adaptación e integración de Fran Silvestre Arquitectos al paisaje valenciano.
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