A la hora de comprar o alquilar una casa, hay muchos elementos que condicionan su elección. Desde su ubicación, pasando por el entorno, los vecinos, la cercanía o lejanía de servicios básicos… cada uno de estos elementos se convierten en prioridad según las necesidades de cada familia. Sin embargo, para los constructores como Nerovyna, en muchas ocasiones, sus prioridades son de distinta índole.

El arquitecto ruso Alexander Nerovyna elige de forma muy selectiva el entorno y lugar donde va a ubicar cada nueva creación. Este elemento hace así que todo el conjunto tenga un encanto especial y también le sirve como apoyo al juego óptico exterior que toda construcción necesita para ser única. Por lo tanto, pensar que una casa es simplemente un lugar para vivir, resulta un concepto muy básico y que adolece de superficialidad para Nerovyna.

La naturaleza se convierte así en el escenario interior y exterior de casa Sol. La utilización de doble cristal de vidrio templado al exterior y como fachada permite la unificación en el proceso de integración de la casa en el paisaje. Los reflejos de los árboles, el césped y los animales del bosque contribuyen a una mimetización total y, a la vez, el empleo del vidrio permite tener una panorámica completa y sin obstáculos del exterior de la vivienda. Con ello, Nerovyna maximiza al 100% el disfrute del entorno y el paisaje.

El empleo de una estructura de acero para levantar del edificio permite a casa Sol convertir el espacio interior en un elemento continuo. No hay ningún tipo de barrera arquitectónica interior que se interponga entre la pared de vidrio y la planta principal. Todo fluye en armonía desde el interior hacia el exterior. Sin embargo, para preservar la intimidad de los habitantes, Nerovyna ha separado el baño y el dormitorio en la planta superior del resto de habitaciones.

La madera y el acero se convierten en los materiales preferidos por Nerovyna para complementar la vista interior de casa Sol. La decoración es minimalista y, unido al concepto de planta abierta principal, da como resultado una sensación de amplitud, acentuada por la ubicación y forma de la escalera que conecta con el piso superior.

Casa Sol se convierte en un lugar único, donde los visitantes pueden sentirse cómodos como en su propio hogar. El diseño moderno se integra en el paisaje natural para deleitar así a sus habitantes, ávidos por un contacto cercano y total con el entorno. Nerovyna consigue con este proyecto demostrar que la simpleza de formas, la eficiencia energética y el empleo de materiales naturales conviven en armonía integrados en la naturaleza.