Una de las características propias de los países escandinavos es su paisaje natural, verde, montañoso e inconfundible. Es uno de los principales reclamos a nivel turístico en toda Europa. Su orografía deja atónito a aquel que lo visita. Sus lagos, sus bosques, sus fiordos hacen todo lo demás para convertir en una preciosa estampa cada una de las fotos que se toman como recuerdo del lugar. Si a ello se le unen un cielo estrellado, donde se puede contemplar una impresionante y bella aurora boreal, un paisaje nevado y una noche casi eterna en invierno, que se convierte en día continuo en verano, a cualquier curioso le entran ganas de coger la mochila, el billete de avión para poder descubrir sus encantos naturales.

En Noruega son muy conscientes del patrimonio natural que tiene su geografía. Por ello, la Asociación Noruega de Senderismo siempre sorprende con alguna que otra novedad para fomentar, ya no sólo a nivel nacional sino también internacional, la visita a pie de sus paisajes y las rutas para conocer más a fondo el lugar en el que viven o transitan. Hace poco han inaugurado una nueva cabaña de refugio en la ciudad de Hammerfest, un municipio con mucha historia situado en la provincia de Finnmark, una de las más septentrionales de Europa y muy cercana al Círculo Polar Ártico.
La Dagsturhytten cabaña ha sido diseñada por la firma noruega Spinn Arkitekter y ha contado con la ayuda de Format Engineers para su elaboración. Spinn Artikekter ha realizado un modelo de construcción muy mimetizado con el lugar rocoso y escarpado donde se sitúa. La forma ovoide de la cabaña intenta simular la forma de una gran roca que se adapta al paisaje y que, una vez nevado, queda integrado por completo.
El material elegido para la Dagsturhytten cabaña no podría ser otro que la madera. Muy conocido es el impresionante uso y adaptación de esta materia prima, muy abundante en sus bosques, para cualquier tipo de edificio desde la Antigüedad más lejana. Y sobre todo esos magníficos barcos vikingos, tan bien adaptados a la navegabilidad de aguas profundas y superficiales, que sólo un ingeniero con gran conocimiento del trabajo en madera puede llegar a construirlos. En este caso, para la realización de la Dagsturhytten, se ha empleado un marco prefabricado ecosostenible para que la cabaña pueda resistir los empujes del invierno ártico del lugar. Para completarla se han utilizado 77 tablones de madera ensamblados, creando una especie de retícula que recuerda un panal de abeja, que le confieren un exterior peculiar.
Al interior, el acceso a la Dagsturhytten cabaña se hace mediante una rampa exterior que lleva a un espacio de 15 metros cuadrados diáfanos, donde se puede encontrar una chimenea para encender fuego, unos bancos y una mesa de madera. Todo este interior está revestido de madera a excepción de una gran ventana de cristal, que permite tener una vista preciosa de toda la ciudad de Hammerfest, del Océano Ártico y de algún que otro glaciar.
Un lugar único, con una naturaleza imponente, que a cualquier aventurero con ganas de conocer a pie Noruega debe de descubrir.
Fotografía Even Mathisen
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