Cuando muera quiero ser un árbol

Es probable que alguna vez hablando con las personas de alrededor hayáis bromeado -o no- sobre qué hacer con vuestro cuerpo cuando muráis, que si «yo no quiero que me coman los peces»,  «tirad mis cenizas por Portugal donde pasé aquel verano tan espectacular», «me gustaría descansar en el pueblo de  mi abuelo»… Sin embargo pocas veces nos planteamos en serio qué nos gustaría que pasara con nuestros cuerpos después de morir.

En una sociedad enfocada principalmente en la juventud y en su apariencia, una cultura cada vez más alejada de la naturaleza, en la que el hiperconsumo de productos es lo normal, hablar de la muerte se convierte casi en un tabú. Pero si hay algo que todos tenemos en común es que no somos inmortales.

Nos acostumbramos a hacer las cosas de cierta forma y llega un momento en el que ni siquiera nos planteamos por qué. Nuestro cuerpo sin vida sigue arrastrando un resto de carbono importante a este mundo incluso después de morir, ése es uno de los múltiples motivos que han animado a algunas personas a desarrollar proyectos para renovar el concepto funerario, con el fin de crear vida a partir de la muerte de una forma más sostenible. Una manera de devolver el cuerpo a la naturaleza de forma más ecológica también.

De ahí surgen ideas nuevas que rompen con los procesos tradicionales a la hora de dar descanso a los cuerpos de nuestros allegados. Hablamos de proyectos como Urban Death Project, Capsula Mundi, The Spirit Tree o Limbo, entre otros. Todos ellos plantean la alternativa de jugar con la sostenibilidad de la muerte, desde convertir cuerpos en material nutritivo para la tierra en granjas hasta plantando árboles cuya base sea el propio cuerpo del difunto o las cenizas. El concepto clásico y estático de la muerte se siente más «vivo» que nunca.

Hablamos de crear un cementerio de árboles en sustitución al cementario tradicional por ejemplo. Tú podrías elegir el árbol que te gustaría hacer crecer a partir de los restos de tu ser querido que se encontrarían en una cápsula biodegradable y enterrada bajo tierra que contendría el cuerpo en posición fetal, así este árbol se alimentaría del contenido de la cápsula durante las próximas décadas y permitiría ver crecer un árbol que sus familiares podrían visitar con el paso de los años.

Imagen de la Web de Capsula Mundi

Si bien es preciso prestar atención a la normativa vigente ya que no todos los países permiten esta forma de darle descanso al cuerpo de tus difuntos. Un interesante debate sería preguntarse por qué; ¿sólo por cuestiones sanitarias? Seguro que muchos de los que estáis ahí leyendo habéis pensado o escuchado alguna vez que la muerte también es un negocio…

Estos proyectos o empresas proponen también otras alternativas como la de guardar las cenizas en urnas ecológicas a partir de las que poder plantar semillas que se conviertan en una planta o árbol que tú mismo podrías criar y cuidar, el contenido por tanto serviría de sustrato e hidrato para las mismas.

La muerte es parte del ciclo de transformación de nuestra vida, ¡por qué no dar sepultura a nuestros restos repensando el concepto de una forma más ecológica y sostenible!

Renovarse… O morir.

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2 Comentarios

  1. JN

    Innovadora propuesta y original articulo…Como siempre excelente.

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