Que la publicidad sea el medio perfecto por el que las marcas consiguen enganchar al público es indiscutible. Hamburguesas gigantes llenas de color y sabor, perfumes capaces de enamorar al mismísimo Brad Pitt o huevos de chocolate rellenos de juguetes que más quisiera haber tenido el gran Steve Jobs en su infancia. Estos son algunos de los muchos ejemplos que invaden nuestra atención. Cada día los medios de comunicación están más al servicio de los gigantes del consumo, pero y ¿si le diéramos una vuelta a esos anuncios surrealistas de los que las grandes compañías se nutren para engañar a sus clientes?. Eso es lo que debió pensar el diseñador gráfico ruso Ilya Kalimulin. Cansado de ser ninguneado por las grandes marcas decidió reflejar con un toque de ironía y buen gusto lo que para él deberían mostrar.
En sus trabajos nos presenta un Heinz pinchado en vena, Kinder Surprise muy ‘surprise‘ o unas zapatillas pro Burguer King que gracias a un perfecto manejo del photoshop nos hace pensar en el verdadero fin del consumo.
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