El arte pictórico corporal alcanzó una gran importancia en la década de los 60 a través del movimiento hippie. Desde entonces, muchos ‘’artistas del cuerpo’’ han ido desarrollándose combinando e innovando diferentes técnicas y conceptos hasta nuestros días. Craig Tracy es uno de ellos. Además, es el único en el mundo que tiene una galería dedicada a este tipo de disciplina.
Nació y creció en Nueva Orleans -uno de los centros culturales más importantes de los EEUU-, donde fomentó su creatividad dándole sentido a su pasión. Su familia siempre apoyó y nutrió su progreso artístico, favoreciendo así el don de la libertad para madurar como personal y profesionalmente. Sus padres vivieron en una época llena de cambios radicales que, subrayando los lemas Flower Power, Power To The People y Peace and love, hicieron que Tracy tuviese una percepción única del arte y de la vida.
Se hizo con su primer aerógrafo a los 15 años. Más tarde se graduó en el Instituto de Arte de Fort Lauderdale y, a sus 20 años, ya era un ilustrador freelance profesional para agencias de publicidad y casas editoriales. Sin embargo, no conforme, se lanzó al mundo de los murales, diseños para camisetas, etc. Comenzó pintando en diversas superficies hasta dar comienzo a la pintura sobre cuerpos humanos y más tarde rostros; algo con lo que se sintió verdaderamente a gusto. Con ello, estuvo investigando y perfeccionando sus técnicas hasta llegar a realizar estas impresionantes obras en las que se fusionan el body painting y la ilusión óptica.
Aún siendo un profesional en su trabajo, la filosofía de Tracy es seguir aprendiendo y explorando los límites del arte pictórico en general: «It is my intent to continue to explore and expand the perceptions and boundaries of this most ancient, alluring, and contemporary art form».
Butterfly, una de sus obras más conocidas combina la figura corporal con una pared pintada, formando así, la cabeza de una pantera. Utiliza de manera exquisita y delicada la escala de grises haciendo que nos formulemos una pregunta: ¿Por qué Butterfly?
Con una propuesta espontanea pero cuidada, Magic nos ofrece otra visión sobre el concepto de retrato. La selección de los colores y cómo los trabaja, hacen que destaque esa mirada tan singular de la modelo, de origen ucraniano. Respecto a esto último, he de decir que Craig Tracy también busca la compenetración de los rostros y cuerpos de los modelos con los distintos elemento pictóricos. Todo es susceptible de usarse como arte.
Por último destacaré Inclement, una obra electrizante que expresa –bajo esos turbulentos colores fríos fusionados con tintes cálidos –el conflicto interno y externo del ser humano. En medio de esta dualidad representada principalmente por el marco, el faro en la pierna de la modelo nos da una cierta orientación y seguridad frente la tormenta.
Con todo, Tracy da la oportunidad de recibir clases de body painting a todos los jóvenes que les apetezca probar este tipo de arte.
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