Desde el pasado viernes por la noche, Madrid capital y otros nueve municipios de la comunidad volvieron a estar confinados. Una situación que se repite tras meses en los que parecía que la situación podía mejorar. Un segundo confinamiento, en el que las restricciones son más leves. Ansiedad y estrés son algunos de los síntomas acarreados de una situación de confinamiento, pero ¿qué podemos hacer para que el confinamiento se convierta en nuestro plan perfecto?

Tener una casa confortable y acogedora minimiza mucho la sensación de confinamiento, sintiéndonos mucho mas cómodos en ella. Durante los pasados meses, las obras de mejora de los hogares españoles han aumentado un 43 % respecto al mismo periodo estival del año anterior, siendo Madrid (20 %) y Barcelona (15 %) donde más permisos de obra se han dado. Por ello Thyssenkrupp, ha realizado una encuesta entre sus clientes en la que siete de cada diez han confesado que no se han sentido totalmente a gusto en su casa durante el confinamiento. Por eso desde Thyssenkrupp nos traen las ideas perfectas para hacer de nuestra casa el lugar ideal.

Composition homely festive atmosphere in the interior with home decor items and wooden letters with the words home, the concept of comfort and coziness

¿Qué hace una decoración confortable?

Elementos como la madera, el mimbre y los tejidos de algodón o lana son los materiales que más calidez dan al hogar. Otros recursos como las plantas aportan toques de color naturales, relajan la vista, transmiten bienestar y embellecen cualquier estancia. Y cuidarlas es un buen pasatiempo. Las alfombras dan sensación de confort a cualquier habitación.

Nunca hay que olvidar que menos es más. Las casas con muchos objetos agobian y no invitan a quedarse en ellas. Un hogar funcional, ordenado y limpio tiene muchos puntos para resultar acogedor. Si todo es accesible y está bien organizado, será más agradable para pasar el confinamiento. Crear espacios para convivir es acoger y fomentar las relaciones familiares.

El color es decisivo

Tenemos que prestar atención a la iluminación natural de cada estancia. Si es oscura, hay que contrarrestar con tonos claros y si tiene buena luz, se puede jugar con más colores. Los tonos fuertes son muy llamativos, pero pueden provocar desasosiego, apostar por tonos neutros y naturales nos hará sentir más relajados y a gusto, podremos salpicar estos tonos con pequeños toques de color. Los colores más agradables a la vista son aquellos que nos recuerdan a la naturaleza: marrones, ocres, anaranjados, verdes y azules.

La luz, fuente de bienestar

Lo ideal es que la casa tenga mucha luz natural y grandes ventanas, pero ni eso se consigue siempre ni hay sol por la noche; así que, sea como sea, habrá que cuidar las lámparas para procurar una sensación acogedora. Una buena iluminación es aquella que resulta cálida y envolvente y, para conseguirlo, hay que instalar distintos puntos de luz. No solo la lámpara de techo y la de lectura, sino también algún foco en las estanterías, en un rincón… Mejor varios puntos de luz tenue, baja y difusa imitando la luz natural que una gran lámpara central para todo.

Los interruptores regulables son fáciles de instalar y permiten adaptar la iluminación a las necesidades de cada momento. Las bombillas de led suponen un gran ahorro en la factura y las hay de distintos grados de calidez.

Para mitigar la luz y preservar la intimidad hacen falta cortinas o estores pero no oscuras ni tupidas. Los tonos claros dan una mayor sensación de amplitud y bienestar. Las persianas venecianas son una solución magnífica para desviar el sol según convenga.

Objetos decorativos, fotos y recuerdos

Las casas son un reflejo de las personas que las habitan. Una vida está llena de recuerdos, experiencias y gente amada, pero cuando se viven muchos años, eso puede llevar a tener el hogar plagado de objetos que dificultan la limpieza y el orden.

Hay gente que es dada a tirar y gente que guarda. El equilibrio es lo ideal. Conviene desprenderse de lo inútil y, si no es posible, entender que no es necesario que todo esté expuesto. Las cajas de madera, cestos de mimbre o tela, arcones y cajoneras resultan decorativos y pueden esconder fácilmente lo que no se desea tirar.

Los marcos con fotografías acaban llenando estanterías, mesas y repisas y acumulando capas de polvo. Una solución es hacer una pared-museo. Veremos mejor las fotos y limpiaremos con más facilidad. Además, el que haya marcos con distintos tamaños y formas le dará un toque decorativo. Otra opción son los marcos electrónicos en los que se pueden cargar muchas fotos que irán cambiando poco a poco.

Nada más entrar

El recibidor debe ser práctico, sencillo y funcional; por ejemplo, con una cómoda de madera con cajones para guardar llaves, mascarillas, guantes o cualquier otra cosa que podamos necesitar para salir de casa. Un cuadro o un espejo, un objeto de decoración o una planta y un perchero para los abrigos. No es necesario nada más porque una entrada llena de cosas no invita a traspasar el umbral.

Sala de estar… y permanecer

El salón es el lugar de la casa en el que más tiempo pasamos y el que más compartimos con el resto de la familia, por ello, hay que prestarle una atención especial.

Los muebles deben ser de materiales similares o que combinen entre sí. Poner uno de caoba, otro de pino y las sillas de plástico no darán buen aspecto. Cuanto más unifiquemos, mucho mejor. Eso no significa que no podamos poner algo distinto que resalte.

La mesa del comedor ha de adaptarse a las necesidades de cada uno. No tiene sentido tener una para doce comensales si habitualmente solo comen dos. Las sillas cómodas alargarán las sobremesas. Pero, sin duda, si queremos un salón verdaderamente acogedor, hay que darle protagonismo al sofá. Debe ser cómodo, espacioso y mullido. Es bueno que tenga cojines, pero si nos pasamos, no habrá sitio para sentarse.

Cocinas prácticas antes que bonitas

Las cocinas deberían ser como las de las películas, pero no todo el mundo tiene esa suerte. Aunque no haya gran espacio, es posible lograr que sean prácticas y aún más importante: fáciles de limpiar.

Organizar bien los armarios y tirar todos esos cacharros que nunca se usan para tener más espacio. En una cocina despejada y con todo a mano apetece cocinar.  Dejar espacio en la encimera para trabajar es fundamental, así como evitar los cajones desastre. El orden facilita la vida.

Para dormir mejor

Las cómodas, mesillas y armarios deben albergar cajones, cestos, percheros y estantes a una buena altura para organizar la ropa. Salir descalzos de la cama y tener una buena alfombra que nos resguarde será mucho más agradable que poner los pies en el suelo.

Si nos cabe una mesa o tenemos un lugar junto a la ventana en el que colocar un pequeño sillón para leer, le daremos al dormitorio un nuevo uso. Cambiar las sábanas, mantas, colchas y cortinas de toda la vida darán un aire completamente renovado a la estancia.

3D render of a Bedroom

La alegría de terrazas y balcones

Con el confinamiento hemos aprendido lo importante que es tener un espacio al aire libre, y no solo para aplaudir, para muchos han sido sus únicas vías de escape al exterior. Para los que no cuentan con un jardín o un patio, la alternativa es cuidar un poco más sus ventanas, balcones y terrazas. Por ello, si tenemos espacio, podemos poner una mesa pequeña y un par de sillas para tomar café y disfrutar de mirar la calle. Cuidar las plantas o plantar verduras en macetas resulta práctico, entretenido además de reducir el estrés.