Fiesta. Fiesta. Fiestaaaaa. Se acerca la Navidad, pero más allá de la típica decoración y el tedioso proceso de intercambiar regalitos, los más jóvenes tenemos en mente esas reuniones en las que escapar de la rutina, soltarse la melena y, por qué no, dejarse seducir por los pequeños placeres de la vida. Y es aquí donde la fiesta es la primera opción en la mente de los que mejor saben disfrutar de su estancia terrenal antes de pasar a criar gusanos, los que marcan las normas de su propio camino y también de los que saben valorar el simbólico momento de compartir unas cervezas entre amigos antes de enfundarse en sus mejores galas con la firme intención de quemar la pista de baile.
Pocos son los que se resisten a compartir unos botellines antes de las grandes cenas de Navidad, entendidas estas no solo las que marca el calendario tradicional, sino también esas quedadas con amigos y compañeros de trabajo para desengrasar el cuerpo tras un año cargado de tensiones. El alcohol, con moderación, es un aliado perfecto para este cometido, ya que hace aflorar ese carácter ‘infantiloide’ que tratas de reprimir y todos desean conocer. Pillarse ‘el puntillo’ siempre tiene esa connotación de jugar con lo prohibido a la hora de dejar que tus instintos se hagan con el control de tus actos. Lo ideal, antes de una gran fiesta, es acondicionar el cuerpo con Desperados, cerveza aromatizada con tequila que será tu mejor aliado en los momentos ‘pre-fiesta’.
¿Pre-fiesta? Sí, esta noche triunfo
La diferencia entre fiesta y una noche memorable lo marcan los momentos, pero hay indicios que señalan que una quedada con amigos está cerca de ser una noche digna de recordar:
1. Tu amigo, el quejica de turno, ha amanecido con la firme intención de pegarse una juerga. No es lo común en él, pero le ves tan entregado a la causa que sus ganas de comerse la noche se contagian al resto del grupo… ¡la noche pinta bien!
2. No sabes cómo, pero al final en tu grupo se ha decidido que la fiesta será temática y debes disfrazarte. Toda una oportunidad de desplegar ese ‘bobería’ que te caracteriza y ampliar tu repertorio de gilipolleces que tanto divierte a tus amigos. No lo dudes, cúrratelo, porque el objetivo es chupar cámara, ya que uno no va siempre disfrazado de Kim Kardashian por la calle dejándose sobar el desorbitado ‘derrière’ por extraños.
3. “Toa, toa, toa, te necesito toa…” Si vienen a buscarte en coche y suena a todo volumen la mítica canción de Jesulín de Ubrique, estás a tiempo de avisar a tus padres de que llegarás pronto, en torno a la hora de comer más o menos…
4. Por muchas canciones frikis que tengan en su playlist, una fiesta sin perreo no es realmente una fiesta, por lo que añade algún temilla de reggaeton para dejar que la magia de Desperados fluya por tus venas para rendir mejor en ese twerking que aún tratas de dominar. Consejo: dirige esta infalible arma de seducción en la dirección correcta, ya que si esta técnica te facilita un polvete curioso que no entraba entre tus planes, mejor que mejor.
Plan B: si lo tuyo no es mover las caderas a lo Miley Cyrus, ¡haz malabares! Si no sabes, mejor aún, fiesta con espectáculo para tus amigos…
5. ¿Un karaoke? Jajajaja ¿quién se resiste? Todos tenemos dotes artísticas y la canción puede ser la tuya. Quizá no. Si no es así, tranqui, te adelantamos ya que no ganarás ‘La Voz’, que Malú no será tu nueva ‘best friend forever’, pero que desencajarás la mandíbula de tus amigos haciendo el ‘parias’ micro en mano.
12 horas después…
No te hagas la víctima, no hay resaca, lo sabemos porque te hemos recomendado la bebida perfecta para aguantar toda la noche con la chispa en el cuerpo sin que te nuble el juicio. Ahora toca el paseillo de la vergüenza, echar mano al móvil y ver qué fotos han quedado como prueba de una noche loca en la que tu mejor excusa será la que esgrimió Dinio en su día con gran acierto: “La noche me confunde”. ¡Qué grande eres tío!
Por muy mal que salgas, esa foto que tienes en pantalla y que te ha erizado los pelos de las piernas -por cierto es hora de ir a depilarse- debe ser compartida con la humanidad. Es muy egoísta ocultar algo que podría alegrarle el día a tus amigos. Te animamos a hacerlo en tus perfiles de las redes sociales con el hashtag #mooddesperados y sumarte así a otros muchos valientes, fiesteros que podrían estar a tu altura, que supieron sacar provecho a la pre-fiesta con Desperados y quemar la noche como solo tú sabes hacerlo.
¡Enhorabuena! Tienes más saque que Naty Abascal en una competición de chupitos. Naty, cariño, a la próxima ronda invitas tu…
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