Mientras los científicos se afanan por descubrir los entresijos de la teletransportación, un artista austriaco ha dado un paso más y ha sido capaz de dibujar al mismo tiempo en Viena, Londres y Berlín. Aunque parezca ciencia ficción, lo cierto es que la hazaña lograda por Alex Kiessling es tan cierta que supera incluso la realidad. Pero todo tiene una ‘sencilla’ explicación.

Alex Kiessling

El dibujante utilizó para ello un sensor infrarrojo para rastrear los movimientos de su pluma, mientras que dos robots industriales situados en partes distantes del globo reproducían fielmente sus garabatos. Pero a Kiessling no le gusta hablar de copias, sino que considera que las réplicas simultáneas que iban realizando sus ‘compañeros mecanizados’ desde Trafalgar Square y Breitscheidplatz eran “más bien un clon”.

“Se tardó más de seis meses para perfeccionar la técnica y el software”, aseguraba el artista la semana pasada ante los numerosos medios que se acercaron al estudio de Kiessling para dar fe de su proeza en directo. Se quedaron boquiabiertos con la precisión alcanzada por los brazos mecánicos creados exclusivamente para la ocasión y que podrían tener otras aplicaciones en diversos ámbitos de la vida. El principal motivo de esta demostración pública era dar a conocer a esta pareja de máquinas ‘dominadas’ por un artista desde un punto distante del mundo. Ahora, el resultado de su simultanea creación – tres versiones de una “cabeza híbrida”- se rencontrarán en Viena y Londres donde serán exhibidas al público a modo de tríptico.