Una sola idea: «el restaurante que a tí o a mí nos  gustaría visitar en la ciudad de México”. Este fue el sueño que el propietario Jorge Vázquez dibujó a la arquitecta Lourdes Treviño del estudio ‘Free Hand‘ la primera vez que quedaron para encaminar lo que sería el restaurante mexicano Iztac en Madrid.

Jorge Vázquez

Tan sólo dos años han servido para que Iztac se haya convertido en una auténtica referencia culinaria en la capital. “Queríamos evocar a la arquitectura contemporánea mexicana dándole algunos toques de artesanía y con un estilo auténtico mexicano en todo: el diseño, la imagen y por supuesto en la carta”, comenta Jorge para Malatinta mientras nos enseña Iztac. Tanto Lourdes como Jorge son mexicanos de origen y afincados en Madrid, así que se entendieron a la perfección. Y qué manera más visual e impactante de introducir al huésped al mundo de la alta cocina mexicana que con los lienzos que el artista Gabriel Moreno pintó para la pared principal del restaurante. 

Los dos rostros en gran formato son los de los amantes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, protagonistas de una de las leyendas más populares del país azteca. Un amor imposible que acabó con los dos transformados para siempre en dos volcanes mirándose uno al otro. O sea, “lo más cercano a la historia de Romeo y Julieta a la mexicana”, nos cuenta Lourdes Treviño. La decoración incluye también piezas del Museo de arte popular en México. Y todo ello en Plaza de la República del Ecuador, 4, el espacio que durante años ocupó el popular México Lindo, primer restaurante mexicano de Madrid que abrió sus puertas en 1959. Un neón retro de aquel sitio está incorporado en el concepto actual.  Hace unos meses Iztac inauguraba su terraza climatizada que en verano estará descubierta.

La cocina a cargo del chef Juan Matias sorprendería a muchos, ya que está alejada del popular tex-mex. A cambio la carta representa un casi onírico recorrido por los 32 estados de México plasmando las diferentes opciones culinarias dentro del país. De hecho, precisamente por su variedad, riqueza y matices, la cocina mexicana consiguió ser la primera en ser declarada por la Unesco Patrimonio Invaluable de la Humanidad

En este afán por la autenticidad la carta presenta entrantes tan sugerentes como las pellizcadas veracruzanas, el queso relleno yucateco, el refrescante cóctel de vieira, las enfrijoladas. Entre sus pescados, el popular mextlapique o la langosta al estilo Puerto Morelos. En el apartado cárnico encontramos platillos tan seductores como el chicharrón en salsa verde, el mole negro con pavo o el solomillo en coloradito. En la nueva carta hay también espacio para los tacos. El taco árabe, precursor del conocido taco pastor y el taco Gobernador elaborado a base, entre otros ingredientes, con camarones.

“En Iztac siempre celebramos la trilogía de la cocina mexicana: el maíz, los frijoles y el chile”, nos comenta Jorge Vázquez. Pieza capital en Iztac lo constituye su carta de bebidas. Cervezas y vinos mexicanos, micheladas, mezcales, margaritas y una amplia oferta de cócteles.