Súbita y fortuita, así ha sido la noticia que ayer trascendía sobre el fallecimiento de Chris Cornell, una de las figuras icónicas del movimiento grunge. A sus 52 años nos deja una de los artistas más prolíficos de su generación. Junto a bandas como Nirvana, Pearl Jam, Alice In Chains pusieron a Seattle en el centro del mapa del rock a nivel mundial con la eclosión de dicho movimiento.
Una generación marcada por el hastío, cuyo único modo de canalizar su rabia contenida fue a través de la música y unas letras cargadas de un fuerte componente aflictivo. Cornell se suma a esa lista negra de compañeros de generación –Kurt Cobain, Jeff Buckley, Lany Staley de Alice In Chains, Andre Wood de Mother Love Bone o Scott Weiland de Stone Temple Pilots- que decidieron echar el freno antes de tiempo.
Aunque no gozara de un éxito tan masivo como Nirvana o Pearl Jam, fue Cornell el artífice del estallido del rock alternativo en la localidad del estado de Washington, siendo uno de los primeros artistas, ya con su banda principal Soundgarden, en firmar por un gran sello; aunque esto supusiera toda una contradicción con el discurso inherente al grunge.
En 1984, tras una corta trayectoria como batería en distintas bandas, fundó Soundgarden con la que alcanzó la fama a finales de la década de los 80 y principios de los 90. Su particular voz rasgada, muy semejante a la de su colega coetáneo Eddie Vedder de Pearl Jam, hicieron de Cornell uno de los cantantes más personales y característicos de la época. Tras publicar dos primeros EP’s en 1988, debutaron oficialmente ese mismo año con su primer larga duración Ultramega OK alcanzando cierta popularidad con el single ‘Flower’.
Entretanto, surgió Temple of the Dog, proyecto que Cornell fundó como homenaje a su amigo Andrew Wood, fallecido a causa de una sobredosis y que, tal y como ha ido haciendo con el resto de bandas en las que ha sido protagonista, fue recuperando a lo largo de estos años.
Tras dos álbumes más con Soundgarden, que siguieron la estela marcada por su primer disco, en 1994 llegaría el reconocimiento internacional con la edición de Superunknown expandiendo su sonido del metal más clásico hacia el rock de estadio y comercial, destacando canciones como ‘Black Hole Sun’ o ‘Spoonman’. Las tensiones acumuladas durante este ascenso a la popularidad mundial, y tras un último disco publicado en 1996 Down On The Upside, la banda se separó en 1997.
En 1999 publicaría su disco debut como solista Euphoria Morning, en memoria de Jeff Buckley, otro de los grandes artistas y amigos de su generación -quien murió ahogado-, y cuya figura sigue siendo reivindicada por numerosos artistas en la actualidad.
Junto a miembros de Rage Against The Machine, fundaría en el año 2000 Audioslave otra de las bandas que le reportaría sus mayores éxitos hasta su disolución en el año 2007. Junto a ellos publicó hasta 3 discos; un álbum homónimo en 2002 y Out of Exile y Revelations en 2005 y 2006 respectivamente, en los que destacaron singles como ‘Be Yourself’, ‘Original Fire’ o ‘Like A Stone’.
Desde la separación de Audioslave, Chris Cornell ha ido reuniendo intermitentemente a cada uno de sus proyectos, realizando pequeñas giras, llevándole, además, a publicar nuevo material con Soundgarden en 2012, su sexto álbum King Animal, con los que tenía previsto lanzar un nuevo LP a lo largo de este 2017. Actualmente se encontraba de gira con la banda, y aunque no han trascendido más detalles sobre su muerte, de la que su representante se ha apresurado a declarar que “ha sido tan repentina como inesperada”.
Deja una respuesta