Puede gustarte o no, pero lo que sí es indiscutible, es que la cerveza es la bebida alcohólica más consumida en todo el mundo, llegando a alcanzar en nuestro país, durante el pasado año, los 3.408 millones de litros. Cotas muy superiores respecto a años anteriores. Aunque nuestro país no se encuentre en el «top ten» de los principales países cerveceros, ya que el primer puesto lo ostenta la República Checa con 156.9 litros/persona, seguido de Irlanda, Alemania, Australia, Austria, Reino Unico, Bélgica, Dinamarca, Finlandia y Luxemburgo con 84.4 litros/persona; contamos con buenas marcas cerveceras reconocidas mundialmente.

Cerveza

Y, es que la cerveza no es sólo un placer para muchos paladares, sino que investigadores de Tokio han demostrado que «ingerir grandes cantidades de un ingrediente clave en la cerveza puede proteger contra el resfriado de invierno e incluso algunas enfermedades graves en los niños pequeños en sus etapas iniciales». El estudio, realizado por la Universidad Médica de Sapporo demuestra que el compuesto químico conocido como Humulona o ácido a-lupúlico, localizado en el lúpulo – usado por los maestros cerveceros para dar la amargura característica a la cerveza- proporciona una protección eficaz contra la eliminación del aparato respiratorio del Virus Sincitial Respiratorio (RS). “El virus puede causar neumonía grave y problemas respiratorios severos en bebes y niños pequeños. Además no hay vacuna disponible actualmente para poder prevenirlo”, comentaba Jun Fuchimoto, investigador de la compañía.

Pero, ¿cómo hacer para que los más pequeños de la casa puedan beneficiarse de los efectos de la humulona sin tener que beber cerveza? “El desafío es enmascarar el sabor amargo de la droga para que sea del agrado de los niños”, declara Fuchimoto.