Si te preguntáramos cuántas cosas puedes hacer con un clip (sí, un clip de los de papelería de toda la vida), ¿cuántos usos crees que se te ocurrirían? Si le hiciéramos esta misma pregunta a un niño, seguramente duplicaría el número de usos que tú des en la respuesta.
Pero, y si te pidiéramos que definieras lo que es un ‘niño’, ¿qué dirías? Te dejamos unos segundos para pensarlo.
Veamos qué piensas de la definición que le dió un alumno a su maestro en una escuela colombiana: ‘un niño es un amigo que tiene el pelo cortito, no toma ron y se acuesta más temprano’. Probablemente las palabras que resonaban en tu cabeza distan bastante de esta definición tan entrañable y que inevitablemente nos provoca una sonrisa reflexiva.
Los niños, a quienes nos empeñamos en enseñar y adoctrinar bajo las normas de nuestro mundo adulto, son auténticas esponjas de conocimiento que son como un folio en blanco, tienen un fondo puro y una mirada limpia alejada de ‘cómo se supone que deben ser las cosas’, pero sobre todo, con un corazón libre de prejuicios.
Por ello precisamente, son ellos quienes pueden abrirnos la puerta de la verdadera sabiduría, haciendo que nos cuestionemos nuestras ‘cosas de mayores’: esas cuestiones que con frecuencia consideramos tan necesarias o urgentes como importantes. Ellos, con su forma de ver la vida, sin querer nos invitan a repensar y reformular los constructos que hemos asumido como verdad, pero claro, siempre y cuando cuando nos molestamos en escucharlos, que no es lo mismo que oírlos.
En la cabeza de Javier Naranjo algo hizo click el día en el que, en una dinámica en clase, formuló la pregunta que os hacíamos al comenzar esta lectura: ¿qué es un niño? Javier, profesor en escuelas rurales de Colombia, ha pasado gran parte de su vida rodeado de niños y ha aprendido muchas cosas enseñándoles; tanto es así, que tras la sorpresa que provocó en él la respuesta, decidió dedicar muchas horas posteriores a recopilar definiciones de estas pequeñas-grandes personitas.
Así es como nació ‘Casa de las Estrellas: el universo contado por niños’, un diccionario creado por niños pero que no necesariamente está destinado a los más pequeños, sino a los más mayores. No nos sorprende que este libro se convirtiera en un top en las listas de ventas al ser reeditado hace un par de años (a pesar de que fue lanzado originalmente en 1999).
¿Quieres saber por qué? Aquí recogemos una pequeña muestra de lo que nos enseña…
- Adulto: Persona que en toda cosa que habla, primero ella (Andrés Felipe Bedoya, 8 años)
- Guerra: Gente que se mata por un pedazo de tierra o de paz (Juan Carlos Mejía, 11 años)
- Anciano: Es un hombre que se mantiene sentado todo el día (Maryluz Arbeláez, 9 años)
- Agua: Transparencia que se puede tomar(Tatiana Ramírez, 7 años)
- Blanco: El blanco es un color que no pinta(Jonathan Ramírez, 11 años)
- Campesino:Un campesino no tiene casa, ni plata. Solamente sus hijos (Luis Alberto Ortiz, 8 años)
- Cielo: Donde sale el día (Duván Arnulfo Arango, 8 años)
- Colombia:Es un partido de fútbol (Diego Giraldo, 8 años)
- Dinero: Cosa de interés para los demás con lo cual se hacen amigos y no tener esto, hace enemigos (Ana María Noreña, 12 años)
- Dios: Es el amor con pelo largo y poderes (Ana Milena Hurtado, 5 años)
- Envidia: Tirarle piedras a los amigos (Alejandro Tobón, 7 años)
- Iglesia: Donde uno va a perdonar a Dios (Natalia Bueno, 7 años)
- Luna: Es que nos da la noche (Leidy Johanna García, 8 años)
- Madre: Madre entiende y después se acuesta a dormir (Juan Alzate, 6 años)
- Oscuridad: Es como la frescura de la noche(Ana Cristina Henao, 8 años)
- Paz: Cuando uno se perdona (Juan Camilo Hurtado, 8 años)
- Soledad: Tristeza que le da a uno a veces (Iván Darío López, 10 años)
- Tiempo: Algo que pasa para recordar (Jorge Armando, 8 años)
- Universo: Casa de las estrellas (Carlos Gómez, 12 años)
- Violencia: Parte mala de la paz (Sara Martínez, 7 años)
Ellos, con su lógica, su franqueza y su frescura, nos recuerdan cosas que habíamos olvidado. Sus definiciones, tan cálidas como agridulces, nos obligan a salir de nuestra cueva para mirar el mundo de otra manera, con otros ojos.
¿Y tú? ¿Miras siempre la vida con el corazón y los ojos de un adulto?
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