Ideas revolucionarias en un enclave clásico es la propuesta que nos plantea el Hotel Ritz para su mítico Jardín, un espacio que sirve de extensión de la calidad gastronómica de su restaurante Goya pero marcado por el carácter y ambiente particular que siempre ha caracterizado a este lugar. Por eso, la primera carta de tapas de su historia no deja de ser una sugerente opción para disfrutar de la mejor mezcla de calidad y materia prima.

Tradición y vanguardia se fusionan a la perfección en este emblemático edificio inaugurado en 1910 y diseñado por el arquitecto francés Charles Mewes en el que conviven distintos espacios dedicados al placer gastronómico, una prioridad para el Ritz sobre todo tras la incorporación a la entonces Compañía Orient-Express, que se propuso potenciar la cocina bajo el convencimiento de que el hotel más emblemático de Madrid y uno de los mejores de Europa necesitaba tener un referente gastronómico del máximo nivel.

Figs and hamonDaliTiniEsta versatilidad de ambientes y la posibilidad de ofrecer distintos espacios para diferentes encuentros es uno de los objetivos que busca esta iniciativa. “Desde el primer momento lo vi claro, había que diferenciar el ambiente del Jardín y el de la Terraza. Uno, puramente  gastronómico y otro más distendido e informal, el sitio al que apetece ir a tapear con los amigos o disfrutar de una  noche de verano con tu pareja”, explica su director general Christian Tavelli, quien ha impulsado esta innovadora idea.

Este nuevo concepto de crear una carta de tapas ofrece a la par la calidad del servicio y de productos del Hotel Ritz, y todo de la mano de la calidad gastronómica de un chef sólidamente formado en la cocina vasca y francesa, Jorge González, que ha dotado dotar a ese emblemático establecimiento de una restauración de alta gastronomía.

Este chef vasco, diplomado en Hostelería y Restauración en Toulouse, ha consolidado su experiencia en numerosos restaurantes de renombre como Chez Vannel (Toulouse) 2 estrellas Michelín; Les Fréres Roux (Londres) 3 estrellas Michelín; Le Relais de la Poste (Magescq) 2 estrellas Michelín; o Les Ambassadeurs (Paris) 2 estrellas Michelín, entre otros.
Ahora desde el Ritz, este chef de formación clásica nos ofrece sus mejores creaciones en esta propuesta gastronómica. “El diseño de una nueva carta ha sido todo un reto, crear algo divertido, joven, dinámico e informal, unir los clásicos imprescindibles y los nuevos platos, algo para picar y cenar con profundas raíces gastronómicas a la altura de las mayores expectativas”, afirma.

Entre las sugerentes creaciones, figuran las cremas frías, ensaladas, coqueterías, de la huerta, del mar y carnes de calidad, propuestas que conviven con cafés, tés fríos, vinos, champagnes y una amplia propuesta de coctelería -con y sin alcohol- así como una carta de Gin Tonic. El Ritz ofrece además un valor añadido: un menú degustación de 8 tapas por 40 euros.

Gazpacho andaluz, vichyssoise, crema de melón, pimientos de Guernica, merluza confitada, vinagreta de tomate y verduritas crujientes, flamenquín ibérico o una brocheta de cordero a la menta, saben quizá mejor cuando las disfrutas en el corazón de la ciudad, con vistas al Museo del Prado y al Thyssen-Bornemisza y muy próximo a la Bolsa de Madrid.

Sin embargo, la exquisitez gastronómica de este hotel está presente en cada espacio dedicado al placer culinario ya que su restaurante Goya, uno de los mejores restaurantes a nivel nacional, ofrece una espectacular mezcla de recetas españolas clásicas y creaciones de vanguardia junto a una excelente selección de vinos. Platos autóctonos, frescas materias primas y productos de temporada y de mercado son algunas de las claves de la actual cocina que se sirve en el restaurante.


De cara al buen tiempo, no hay duda que la terraza y los jardines son la mejor opción
, en esta ocasión, el primero, para degustar una deliciosa comida al aire libre sobre mesas con mantelería de lino, sillones de mimbre blanco, almohadones de azul intenso y los enormes toldos de ese mismo color en un incomparable enclave.  El segundo espacio, ofrece cocina más ligera, exquisitos platos menos elaborados y, ahora, también una deliciosa carta de tapas degustadas en un espacio rodeado por especies únicas de árboles autóctonos -cedidos por el Real Jardín Botánico- y con una fontana de mármol blanco que se configura como todo un icono del Ritz.

Además, este hotel dispone del Royal Ritz Service, un cuidado y prestigioso servicio de catering, que cuenta entre sus míticos servicios la organización de la comida de celebración ofrecida en el Palacio Real con motivo del nombramiento de Juan Carlos I como Rey 1975 o la Gala Banquete para 2000 personas que se celebró por orden de Henry Ford III con motivo de la inauguración de su primera fábrica de coches en España.