Cuando creíamos que todo estaba inventado, los diseñadores Tobias Wong y Just Another Rich Kid nos sorprenden de manera insólita con una nueva creación: unas cápsulas para defecar que contienen purpurina de colores. Básicamente se basan en que los residuos de nuestro cuerpo vayan acompañados de purpurina y, a la hora de ser expulsados, pequeños filamentos brillantes den luminosidad y color a nuestras visitas al wáter –u otras prácticas vitales/sexuales. Una glamurosa forma de ir al baño, con la que podremos añadir toques de color y fantasía a los aburridos “troncos” marrones.

Pero por si fuera poco, también ofrecen una versión aún más ambiciosa, que incluye pequeñas partículas de oro valoradas en 450 dólares (350 euros). Ahora, el famoso dicho “cagar oro” se hace realidad con este nuevo invento que –suponemos- está especialmente pensado para todas aquellas personas que lo tienen todo, a excepción de una caca brillante. Seguro que más de uno ya se está imaginando a Paris Hilton o a Kim Kardashian en sus visitas al señor Roca con sus glamurosas mierdas de gold glitter.