Sin aditivos digitales e inspirado en las palabras de Einstein que apelaban a lo enigmático -«La cosa más bella que podemos experimentar es lo misterioso. Es la fuente de todo verdadero arte y toda ciencia»; así construye Caleb Charland sus metáforas visuales, obras en las que plasma la resonancia de los objetos que ha descubierto explorando el mundo. Y es que su curiosidad científica está presente en cada una de sus instantáneas: electricidad y magnetismo adquieren en sus fotografías una sutil belleza ajena a los artificios.

La simplicidad se torna en compleja fascinación para este artista que destaca que «para entender el mundo y sacar provecho de ella hay que interactuar, hay que experimentar». Ejemplo de ello es su serie ‘Back to the light’, basada en el conocido experimento infantil de construir una batería con una patata, que engloba un conjunto de obras que se configuran como micro utopías sobre las infinitas posibilidad de producir energía sostenible y alternativa.

Estas baterías orgánicas basan su funcionalidad en la inserción de un clavo galvanizado en un lado y un alambre de cobre en el otro para generar una pequeña corriente eléctrica. De este modo, cítricos y diversas frutas logran tener suficiente voltaje para dar luminosidad a su propio retrato captado por este artista gracias a la larga exposición.

«Para mi, la maravilla es un estado de la mente en algún lugar entre el conocimiento y la incertidumbre. Una energía vibra en ese espacio entre nuestras percepciones del mundo y el potencial que siente la mente para nuestras intervenciones en el mundo», así define la filosofía de sus obras, sus experimentos de vida que explora y reinterpreta las leyes de la naturaleza.

El azar y la eventualidad juegan un papel esencial en su serie ‘BioGraphs’  ya que fue la curiosidad de este artista por comprobar qué ocurría si dejaba crecer una bacteria en la superficie de la película fotográfica para «ceder el control de la toma de imagen a un proceso natural» la idea que hizo brotar estas piezas, según explica Charland. Para ello, decidió eliminar las partículas de plata para capturar el crecimiento de esta bacteria. Sin embargo, el hecho de que su experimento no fuera exitoso – algunas partículas de plata permanecieron y dieron lugar a un resultado aún más sorprendente- dio vía libre para que crecieran en este recóndito paisaje otros pequeños mundos desconocidos llenos de vida y de originalidad.

Este artista, MFA en Fotografía por el School of the Art Institute of Chicago y con exposiciones en el Smithsonian American Art Museum y Philadelphia Museum of Art a sus espaldas, logra plasmar la belleza de la luz a través de la delicada sensibilidad de la composición que ofrece en sus instantáneas.