Hamburguesa. Solo escuchar esta palabra provoca una sonrisa. Nunca antes una palabra podía causar tanta felicidad para muchos estómagos. Este sándwich de carne, hortalizas y salsas, combinadas de las formas más diversas, ha pasado a ser uno de los platos más conocidos a nivel mundial. Aunque viajes al fin del mundo, siempre puedes pedir una hamburguesa. Con ella siempre puedes contar para calmar tu hambre, cuando no te gusta la comida local de un lugar.
Y de hamburguesas tiene algo que ver el post de hoy. La firma arquitectónica valenciana Masquespacio ha realizado el diseño y decoración de una conocida cadena de comida rápida italiana denominada Bun. El local, situado en la ciudad de Turín, ha quedado sumergido en una estética única como sello de identidad y diferenciador. El propósito inicial era dotar a Bun de un diseño de referencia. Después, convertirse en el lugar de reunión y comida de la denominada Generación Z. Sí, esa generación, nacida a finales de los 90 y los primeros años de este siglo, que pronto desbancará a los Millenials.

Con este objetivo, el diseño de Bun en Turín tiene ya no solo un componente estético, sino también publicitario. Por ello, Masquespacio ha diseñado un espacio dividido en tres zonas. Cada una de ellas va delimitada por un color. La zona verde es la que marca el acceso al local y la barra donde se piden las consumiciones. La zona rosa es un lugar para almorzar con un componente más íntimo, marcado por unas arcadas que separan espacios y con menos afluencia de comensales. La zona azul permite acoger a un mayor número de comensales.

En cuanto al diseño, el recuerdo del estilo Pin Up es una constante, tanto al uso de colores como de espacio. Los azulejos son los elementos clave en la decoración de Masquespacio. Nos evoca el recuerdo del verano y la piscina. Y esto último está muy en consonancia con la decoración de la zona azul. Este espacio recuerda la estética naval, tanto por el empleo característico en las escaleras y la simulación de los ventanales que decoran las paredes.

La decoración del Bun en Turín será uno de los más recordados por los italianos. Masquespacio ha conseguido dotar a este restaurante de comida rápida de una seña de identidad propia. El diseño se convierte así en un elemento más de marketing. Una apuesta diferente que se aleja de la tradición italiana asociado a la pizza y la pasta.
Fotografía Gregory Abbate.
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