En la década de los sesenta, en plena ebullición de la música rock y la psicodelia, se inició una carrera entre dos científicos que, sin saberlo, se convertirían en los pioneros de la música electrónica; Robert Moog y Don Buchla. Moog falleció en 2005 a los 71 de años, el pasado 14 de septiembre nos dejó Buchla a la edad de 79.
Ya en los años 50 la RCA con su sintetizador de música electrónica – que no emitía los sonidos en tiempo real- y más tarde Herald Bode con el diseño del primer sintetizador modular, dejaban entrever el desarrollo de la instrumentación musical que evolucionaba gracias al desarrollo de elementos eléctricos en la composición del sonido en la música comercial. Sin embargo, no fue hasta la llegada de Buchla y Moog cuando estos conceptos comenzaron a tomar forma real y, sobre todo, funcional.
Desde la coste oeste, concretamente en California, Don Buchla desarrolló los primeros sintetizadores modulares, el Model 100. No fue hasta el Model 200 donde se vio la influencia de su trabajo. Con este modelo se lograba la síntesis producida por diferentes controles de voltajes, o para que nos entendamos, la energía eléctrica se transformaba en vibraciones acústicas. Acogido con gran entusiasmo, Buchla consiguió desarrollar los siguientes modelos -300, 400, 700- que no comenzaron a comercializarse hasta la mitad de la década de los 80 debido al alto coste de producción.
No obstante, en el lado opuesto del país, concretamente en Nueva York, Robert Moog había desarrollado una tecnología similar a la de Buchla, los sintetizadores electrónicos, patentando en 1963 el Moog Modular Synthesizer. La pasión por los instrumentos electrónicos por parte de Moog venía desde muy joven cuando comenzó, junto a su padre, a construir theremines. A diferencia del sintetizador modular de Buchla, el desarrollado por Robert Moog era un instrumento mucho más accesible ya que emitía sonidos propios, en contraposición a la tecnología MIDI utilizada por Buchla y en la que mediante un teclado, al ser pulsadas sus teclas, éstas envían las señales sonoras a otro dispositivo MIDI que las reproduce y emite. Con la patente en 1972 del Minimoog, mucho más compacto que su predecesor, consigue instalar en el mercado los sintetizadores.
Aunque algunos artistas utilizaron el Minimoog en sus grabaciones, fueron The Beach Boys en su álbum Love You de 1977 quienes utilizaron este sintetizador en la plena totalidad de la grabación.
Las limitaciones que este modelo presentaba, como su carácter monofónico ya que sólo sonaba una nota a la vez, hicieron que fuera desapareciendo del mercado dando paso a modelos más desarrollados tal como los conocemos hoy. La música electrónica y contemporánea se queda un poco más huérfana con la desaparición de Don Buchla.
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