Aclamada por una crítica unánime como una de las mejores series de todos los tiempos, premios tanto extraordinario elenco como a los guionistas, su inclusión en el Libro Guinness como la serie mejor (99 sobre 100)… los elogios a Breaking Bad no son precisamente escasos. Esta serie, que ha permitido ampliar los horizontes a los fans del ‘Quimicefa’ más allá de los usos domésticos conocidos, ha cautivado a una legión de fans, no sólo en los ámbitos de la química – las noticias se hacen eco de la detención varios imitadores- sino también entre serieadictos y artistas.
Numerosos creadores se han inspirado en esta historia –ojo, hay spoilers- de transformación de Walter White, un mediocre y sencillo profesor de química –que resuena en nuestra memoria ataviado en calzoncillos en el desierto- que, forzado por las circunstancias, decide utilizar sus conocimientos para pasar al ‘lado oscuro’ de la producción de la metanfetamina azul, a través de su alter ego, Heisenberg.
Esta -tomémonos la licencia- ‘perversión’ del personaje interpretado por Brian Cranston, y que le ha hecho merecedor de todo tipo de halagos y galardones, ha sido la principal inspiración de la creatividad de numerosos artistas deslumbrados por el que hemos denominado– nueva licencia- ‘Breaking Art’. Pero no hay que olvidar al insólito, urbano e influenciable ‘escudero’ que le acompaña en este ácido drama, Jesse Pinkman, una ‘variable dependiente’ encarnada por un no menos admirable Aaron Paul, y que también cuenta con excelentes representaciones en el arte.
Una de las claves de esta transformación de W.W. ha quedado inmortalizada el ‘speech’ que le ha inmortalizado y que revela la disolución de ambos roles, profesor y ‘cocinero’, en uno solo:
“Yo no estoy en peligro, yo soy el peligro (…). Un hombre abre la puerta y recibe un disparo y piensas eso de mi? No, yo soy el que llama a la puerta!”
WALTER WHITE
La compleja densidad de sus personajes contrasta con el minimalismo que caracteriza los diseños de Ty Mattson, del que ya hablamos sobre sus creaciones entorno a Dexter. Declarado acérrimo fan, este conocido diseñador ha creado una serie de tres carteles para ilustrar la transformación del personaje. Además, ha creado una original variante de Heisenberg en los tonos amarillos que identifican las sustancias peligrosas tan presentes en la serie.
Y es que la química, excusa inicial de la historia, aparece como personaje autónomo desde el comienzo de la serie: la propia intro presenta unos créditos inspirados en la tabla periódica de los elementos. El Bromo (Br) y el Bario (Ba) que marcan el título de la serie se repiten en cada nombre de los distintos miembros de reparto, cada uno de ellos con un elemento químico, hasta concluir con la fórmula molecular de la metanfetamina, C10H15N. Tal es la afición a la ciencia que ha suscitado esta serie que ya se han diseñado tablas periódicas específicas para ‘BrBa’.
El título de la serie de Vince Gilligan es una expresión coloquial utilizada para hablar de alguien o algo que se ‘echa a perder’, algo bueno que se transforma en malo, un idóneo título para narrar una historia marcada por las situaciones límite, las complicadas decisiones, la elección tomada en el espinoso cruce de caminos entre el bien y el mal, la perversión y la tensión emocional.
Precisamente emoción y tensión se diluyen a la perfección en las hiperrealistas obras de Isabella Morawetz, que plasman con una perfección que roza la fotografía diversos instantes de la vida de Walter.
No sólo la mezcla del tono dramático y ácido caracteriza a la serie de ficción de la AMC, también lo hace su comienzo descontextualizado en cada episodio y que tan sólo toma forma al final de cada capítulo. Todos ellos han inspirado al artista húngaro Zsutti (Molnár Zsolt) que ha publicado, tras cinco meses de trabajo, en su página de Tumblr un total de 62 carteles, uno por cada episodio, con citas y temas relevantes en cada uno de ellos.
‘Breaking Bad’ no podía ser menos, Simpsonized – archiconocido en Malatinta- también ha ‘tuneado’ bajo su prisma al ‘estilo Matt Groening’ a sus personajes con todo tipo de detalles. Otros artistas, como Francesco Francavilla, han homenajeado la serie con sus habilidades de diseño también minimalista para inmortalizar momentos claves de la historia y que se publicaban tan sólo una semana después de su emisión, ya que dibujaba estas imágenes mientras visionaba la serie en la televisión.
La magia de sus guionistas encauzó inteligentemente la serie. Finalizada antes de caer en la desvirtualización de la historia, han logrado hacer pervivir el ‘universo breaking’ a través de su spin off ‘Better call Saul’, otra de las míticas frases de la serie.
También el cómic hará perdurar las andanzas del Sr.White y Pinkman, ya que la cadena estadounidense AMC lanzó poco tiempo antes de su final ‘Breaking Bad: All Bad Things’ en formato digital (puedes verlo en este enlace) y que presentó en el Comic-Con 2013. Veinte páginas en viñetas logran resumir las cuatro temporadas y media de la serie en un ilustrado y admirable resumen.
¿Y tu? ¿También eres adicto al ‘Breaking Art’?
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