Cuando te enfrentas por primera vez a una obra del artista que os vamos a presentar hoy, tú vida cambia. Te das cuenta, una vez más, de que no todos vemos la vida con los mismo ojos y que algunas personas son capaces de interpretarla y recrearla de tal manera que lo cotidiano, sexual y, quizás, bizarro se convierte en pura belleza. Desde Turquía y con un nombre «bastante» complicado de pronunciar para esta redacción, Aykut Aydoğdu nos ayuda a abstraernos y a mirar a través de sus ojos, a pensar como él lo hace y a ser consciente de que la realidad tiene mil y una formas.

Especialista en recrear estampas surrealistas que adquieren un halo onírico y prácticamente mágico, gracias a su buen gusto a la hora de crear composiciones figurativas que en un principio podrían parecer un sinsentido; Aydoğdu se ayuda de la fotografía y de su inseparable amigo Photoshop para imitar la textura, el trazo e incluso impasto de la pintura tradicional en algunos de sus trabajos, consiguiendo dotar a la obra de la calidad artística que en algunas ocasiones echamos de menos en trabajos digitales.