El arroz es uno de los cereales básicos de la alimentación humana, siendo el segundo más consumido por detrás del maíz. Uno de los principales consumidores es continente asiático. En China es normal poder observar una impresionante extensión de campos de cultivo en cualquier latitud, de norte a sur y de este a oeste, que deja verdaderas joyas de colores sobre el terreno que se cultiva.

Otro de los lugares tradicionales y originales de este cereal es Japón, donde los campos de cultivo también son celebrados por la riqueza que su paleta deja sobre el terreno. En concreto, en la prefectura de Aomori, se realiza un curioso festival denominado Tanbo Art (o arte del arrozal), en el cual, el protagonista es el arroz.

Cada año, los campos de cultivo se ven decorados con un extensísimo trabajo artístico, gracias a la utilización de diferentes tipos de arroz. Como si fuera un cuadro, el color de las diferentes tipos de plantas de este cereal, conforman un mural basado en temas mitológicos o folclóricos. En este año 2017, el tema principal ha sido la leyenda de Yamata-no-Orochi, un guerrero mitológico que lucha contra un monstruo de varias cabezas que escupe fuego como si fuese un dragón. El segundo tema que se ha retratado ha sido una escena de Momotaro, un personaje del folclore japonés que nació de un melocotón y que luchó contra un ogro, que vivía en la isla de los Demonios y se había apoderado del oro y riqueza de muchos habitantes de los lugares cercanos.

Los bocetos para la realización de estas bonitas obras salen a concurso todos los años por las autoridades de Inakadate, el pueblo donde se realizan. Una curiosa y original forma de mantener vivo el folclore y las tradiciones legendarias aunándolas con las costumbres y formas de vida milenarias.