Los amantes de lo antiguo están de suerte. La Biblioteca Pública de Nueva York ha puesto a disposición de los lectores más de 180.000 archivos para consulta de sus fondos con total gratuidad. No se necesita de ningún permiso especial ni tiene ningún tipo de restricción. Simplemente con entrar en su página el curioso puede acceder a todo tipo de archivos sin censura.

Desde fotografías, grabados, acuarelas, partituras, mapas, imágenes estereoscópicas… y muchos otros archivos están esperando en la web pública. La sensación que se observa es la de estar casi en un rastrillo rebuscando entre los miles de fondos hasta encontrar lo que se busca pero con la total comodidad de encontrarse sentado en el sofá de su propia casa. Cada archivo es un mundo y cada mundo resulta un tesoro descubierto por el visitante.

Se puede encontrar materiales desde el siglo XI hasta la actualidad, con la más alta resolución de imagen y la libertad de descargarlo cuantas más veces se quiera. Incluso fotografías hasta ahora inéditas están recogidas en el catálogo de esta biblioteca que, además, cuenta con un blog dentro del mismo enlace que ofrece multitud de posibilidades para potenciar el uso de este trocito de historia virtual.