En un día tan mágico como especial como el día de Reyes, los niños son los auténticos protagonistas de la jornada. El mundo infantil es absolutamente fascinante. Los niños son un descubrimiento constante para padres y familiares cercanos. La mayoría sorprende con su inteligencia, con su sabiduría interna y su pequeño mundo, no exento de sorpresas y curiosidad constante. A veces, algunos de estos pequeños llegan al mundo con algún bache a superar, alguna dificultad en su aprendizaje o adaptación al mundo que les rodea. Pero eso no deja en absoluto que su energía brille allí donde vaya. Al fin y al cabo, todos y cada uno de los niños tiene un brillo especial y esencial para que este mundo sea un poco mejor.

En Japón, el estudio de arquitectos Hibinosekkeise ha especializado en la construcción de edificios y centros destinados a la educación infantil y primaria. Además, en la mayoría de sus obras cuenta con el apoyo del estudio de diseño Youji no shiro, especializado en el mobiliario para los más pequeños. Cada uno de estos centros de educación asombran por su contenido: en todos ellos podemos observar espacios amplios donde los niños pueden corretear, saltar y brincar, con paredes para escalar, pizarras de techo a suelo para dibujar y escribir, espacios con casetas, agujeros, túneles de crochet, fuentes de agua para bañarse, bibliotecas totalmente adaptadas a su tamaño, así como sillas, mesas y baños pensados para ellos. Se podría decir que estos centros son el paraíso de los niños.

El último de estos centros que ha creado Hibinosekkei se encuentra en la ciudad de Hamura, en la prefectura de Tokio. Sin embargo, este lugar ha sido exclusivamente pensado para esos pequeños que tienen alguna dificultad en el aprendizaje. El centro de Hamura es un lugar pensado para el perfecto desarrollo de estos niños y, según los estudios realizados por psicólogos, pediatras y pedagogos, la existencia de espacios con paredes para escalar, peldaños como los de una espaldera o columpios especiales para el movimiento favorecen el desarrollo, a todos los niveles, que les cuesta a estos pequeños.

Hibinosekkei ha ideado un lugar más pequeño, más acogedor para estos niños, pero totalmente cálido y perfectamente adaptado. La madera predomina en todo el recinto, un elemento que aporta calma y homogeneidad para favorecer la concentración de estos niños. Unas amplias cristaleras permiten tener contacto directo con el exterior y ver lo que ocurre fuera de este lugar, en ese constante proceso de contacto con el mundo que les rodea.

Exploración y juego son los elementos primordiales para el desarrollo de los cinco sentidos en la edad infantil. En el caso de estos niños, el equilibrio de todos ellos debe ser esencial debido a la dificultad que presentan para expresar sus emociones. Con las instalaciones diseñadas por Youji no shiro y el espacio creado por Hibinosekkei crean la mezcla perfecta para conseguir ese equilibrio para el aprendizaje. La planta baja del edificio se destina así para la vida en común, las comidas, los baños y el aprendizaje más sereno. La planta superior se destina al juego, de manera que los pequeños aprenden a moverse de manera inconsciente e interiorizan la psicomotricidad de forma dinámica.

Seguro que algún papá se estará preguntando cómo no hay más centros como estos que realizan Hibinosekkei y Youji no shiro por nuestro país. La respuesta es simple: Japón va siempre a años luz de distancia del resto de la civilización.