Con muchísima más gente que el viernes, la segunda jornada del Americana Film Fest ha transcurrido, por casualidades de la vida, entre dos visionados en cuyo metraje subyace (salvando las distancias obvias) un claro mensaje de soledad.
KUMIKO THE TREASURE HUNTER (David Zellner) – La aventura quijotesca de Rinko Kikuchi
Una solitaria mujer japonesa cree, por el mensaje que aparece en la película, que la bolsa de dinero enterrada en Fargo es real. Así, decide abandonar su vida en Tokio para ir hasta Minnesota a buscar su tesoro. Co-escrita por los hermanos Zellner, Kumiko the treasure hunter es una aventura quijotesca que entrelaza humor negro con el más profundo sentimiento de soledad de la protagonista, sin dejar nunca de lado la semilla de la película de los Coen que da origen a toda la historia: Fargo.
Kumiko (una fantástica Rinko Kikuchi) es una joven cuya vida interior está totalmente desconectada del entorno en el que vive, un entorno opresor, machista, familiarmente desapegado y donde importa más si te has casado o si tienes ya pareja que si eres feliz en realidad. En este contexto social, Kumiko encuentra su particular salida en la creencia de que el maletín de Fargo existe y se lanza sin dudarlo en su búsqueda a pesar de que ello conlleve recorrer medio mundo. Los hermanos Zellner aprovechan el viaje de Kumiko para mostrarnos por un lado, la introversión del personaje aunque la barrera cultural sea un mero agravante más, y, por otro, ciertos estigmas de la sociedad americana (plasmados en secundarios de una sola aparición); también hay espacio para la bondad esperanzadora que aún existe en ciertas personas, aunque el origen de ésta nos lleve a pensar en fines confusos.
En su obsesión, Kumiko se pondrá una y otra vez en peligro en situaciones en las que a veces, llega a arrastrar también a terceros sin importarle demasiado. En su caso, el fin sí justifica los medios.
Jugando hábilmente con los espacios y con gags cómicos (cuya comicidad no es originada por la propia protagonista, sino por las situaciones que originan los personajes que la rodean), Kumiko the treasure hunter, es posiblemente la película más terrorífica de todas las que veremos en el Americana Film Fest: una historia acerca de la amenaza más peligrosa de todas, uno mismo.
THE HEART MACHINE (Zachary Wigon) – ¿amor digital?
La sesión benéfica del festival ha llegado de la mano de esta película que viene a reflexionar sobre la idea del amor en su forma más tecnológicamente moderna, en la era digital.
Dirigida y escrita por Zachary Wigon, The heart machine cuenta la historia de un amor vía Skype de una joven pareja separada en dos continentes que intenta mantener viva la chispa a través de las redes sociales, hasta que él, Cody, (John Gallagher) empieza a sospechar que en realidad ella, Virginia, (Kate Lyn Sheil) no está tan lejos como parece.
El mensaje más interesante de The heart machine está mucho más allá de la búsqueda de Cody o de si Virginia está en Nueva York o en Alemania. The heart machine nos habla de un mundo digitalizado, en la película los smartphones, Skype o Facebook campan a sus anchas en una sociedad que los tiene más que interiorizados. El problema radica quizás, en cuánta humanidad estamos depositando en ellos. La reflexión está servida…
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