La mágica y peligrosa belleza de ser albino

Albinismo. Una mutación genética «particularmente» rara que para muchos es casi mágica, pero para otra gran parte del mundo es una verdadera aberración, llegando a ser considerada una maldición y solo después de muertos sus cuerpos mutilados valen su peso en oro. Siempre se ha dicho que lo que para unos es bello, para otros es todo lo contrario y con las personas albinas es lo que ocurre.

«Se estima que cerca de 10.000 personas que sufren la mutación de albinismo en África tuvieron que abandonar sus países por peligro de muerte»

En la profunda África, las supersticiones y la magia negra se nutren de las rarezas de la naturaleza y, por desgracia, los albinos lo saben de primera mano. Tanzania es el país que más población albina tiene del mundo, teniendo que encerrarlos en prisiones diseñadas para ellos, en las que se les cría y da cobijo durante su niñez, pero en las que al llegar a la edad adulta se les libera enfrentándose a los peligros de ser albino. Se cree que este país es la cuna de la mutación y al ser marginados por la sociedad se sienten obligados a relacionarse entre ellos.

Se estima que cerca de 10.000 personas que sufren la mutación de albinismo en África tuvieron que abandonar sus países por peligro de muerte, ya que en países como Tanzania una extremidad de albino se pagaba antiguamente a 2.000 dólares, llegando a alcanzar hoy en día en el mercado negro hasta los 10.000 dólares.

«Lo que transpiró fue pura belleza natural»

Una realidad cruel que debido al desconocimiento y a la superstición provoca muertes y dolor injustificado, pero fotógrafos como Yulia Taits ha sabido mostrar esa belleza única, mágica e hipnotizante de sus modelos albinos en su serie ‘Porcelain Beauty’. Retratos místicos y monocromáticos que en palabras de Taits para el portal boredpanda «como artista del photoshop, tengo una pasión por crear mundos de fantasía a través de mi trabajo y arte. Esta serie fue una experiencia increíble para mí, porque era capaz de crear hermosas instantáneas sin photoshop. Lo que transpiró fue pura belleza natural».