g231446_u81040_shirley-temple_1Cantante, bailarina, política, diplomática, madre, abuela, bisabuela… Y sobre todo, actriz legendaria: Shirley Temple murió ayer por la noche en su casa de Woodside a los 85 años de edad, rodeada de sus seres queridos.

Será recordada como la actriz más joven en conseguir un Oscar de la Academia (a los 6 años de edad), como los rizos de Hollywood y, sin duda, como la carrera infantil más prolífica. De 1935 a 1938 fue la artista más taquillera de Estados Unidos, superando a Clark Gable o Gary Cooper. Su meteórica carrera comenzó con poco más de 3 años. Shirley rodó infinidad de películas, muchas de ellas musicales, donde hacía gala de su dulce voz y todo su desparpajo bailando ante las cámaras, muchas veces a ritmo de claqué.

Musa absoluta de la 20th Century Fox en la década de los años 30, sujeta a un contrato que suponía interpretar 4 filmes al año, Shirley Temple acabó protagonizando  más de 20 largometrajes cuando aún no había cumplido los 12 años. Todo un hito.
Tras esta etapa espectacularmente prolífica, Temple abandonó sus acuerdos con Fox, y siguió trabajando como actriz para otras productoras.

Finalmente se retiró del mundo del espectáculo pronto, a los 22 años, a pesar de esa vocación que muchos creían innata en ella. Tenía más de 40 películas a sus espaldas, pero Shirley Temple Black decidió emplear el resto de su vida a la política. Fue elegida congresista por el Partido Republicano en 1967, embajadora en las Naciones Unidas (1969-1970), luego en Ghana (1974-1976) y en Checoslovaquia (1989).

Su carrera, aunque corta, sin duda marcó una época. Y esa ‘pobre niña rica’, la ‘simpática huerfanita’, nuestra ‘pequeña coronela’, siempre será recordada.