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Isabel Preysler, más cerca de ser una figura de cera que nunca

Isabel Preysler tendrá su figura de cera en el Museo de cera de Madrid. Se comenta en los mentideros del cuore que la reina de corazones utilizará su réplica para posar por ella en los photocall y seguir cobrando su alto caché por acudir a las fiestas.

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¡Adiós Ruiz-Mateos! Sus 7 grandes momentazos

Este lunes nos despertábamos con la trágica noticia de la muerte de José María Ruiz-Mateos, un empresario convertido en personaje mediático gracias a sus peripecias a la hora de levantar cortinas de humo y así eludir el dedo crítico de la opinión pública a cerca de sus devaneos con la justicia. Levantó un ingente imperio a partir de una pequeña empresa familiar, pero no jugó limpio. Esto le valió la expropiación de su conglomerado empresarial con más de 230 compañías, que abarcaba desde agencias inmobiliarias y hoteles a productos alimenticios o restaurantes. Cumplió condena por apropiación indebida, falsedad documental, alzamiento de bienes, delitos fiscales y estafa, pero aun así no se tomó en serio sus batallas judiciales, las cuales logró convertir en un auténtico circo ganándose el favor del pueblo que, pese a no compartir su amor por lo ajeno, reía sus fechorías. Repasemos las más emblemáticas:

Plantón a la justicia por cuestiones divinas

En 1987, tras huir de la justicia a Londres y ser detenido en Alemania, donde fue encarcelado y más tarde extraditado a España para responder ante sus delitos, logró salir en libertad tras pagar una fianza de 3,3 millones de euros. El día del juicio no acudió a su cita con la Audiencia Nacional. La excusa fue que se marchó con su familia a visitar santuarios marianos, lo que le provocó una nueva detención y su correspondiente puesta en libertad tras hacerse cargo de una nueva fianza de 6.000 euros. Un año más tarde, volvió a ausentarse al mismo juicio, poniendo como excusa la tardanza en ser juzgado. ¡Con un par!

Huida de los juzgados con una peluca

El 27 de octubre de 1988 se sentó finalmente frente a un juez para responder frente a los numerosos delitos que se le imputaban. Parecía la definitiva, pero logró huir. Aprovechó el revuelo causado tras insultar a la fiscal, se zafó de la protección de los policías y huyó de la Audiencia Nacional disfrazado con una peluca. Aquí comenzó su gustó por los disfraces y el poder de atracción que suponían sus performances en los medios de comunicación.

“¡Que te pego, leche!”

Una frase mítica en Ruiz-Mateos que se convirtió en su grito de guerra. La pronunció cuando trató de agredir a Miguel Boyer, quien ya comenzaba a sufrir las consecuencias políticas de su affaire con Isabel Preysler, esposa del marqués de Griñón. Él fue quien dio la orden de expropiar la empresa familiar, Rumasa, en 1983. Razón de más para esperarle a la salida de un juzgado de Madrid y tratar de golpearle con un puño muy satirizado en su día en las tiras cómicas.

El Superman que alimentaba la prensa

Ruiz-Mateos no dudó en sacar partido a su enfrentamiento público con Miguel Boyer y así alimentar a los medios con escenas cómicas que ayudaban a desviar la atención al motivo real de la noticia: sus continuos devaneos con la justicia. Meses después del “¡Que te pego leches¡”, el empresario se presentó en los Juzgados de Plaza Castilla disfrazado de Superman, asegurando que había llamado a su amigo Clark Kent para que le ayudase ante la injusticia que se estaba cometiendo contra él. Además, con pose de superhéroe, no dudó cambiar su grito de guerra al de “Boyer, eres un mariconazo”.

Un presidiario con mucho estilo

Más tarde optaría por un nuevo look carnavalesco para sus apariciones públicas a las puertas de un juzgado. Tras el éxito que cosechó su particular Superman, Ruiz-Mateos se puso el traje de rayas al más puro estilo presidiario, pero sin perder el estilo que su posición social le confería. Jaleado por una multitud de familiares y amigos que apoyaban su causa, el empresario llegó a los juzgados una vez más dando la nota, a hombros de su gente como si hubiese realizado una buena faena.

Un partido político propio

Tal fue el revuelo mediático que generó en la década de los 80 y los 90, que tras superar sus problemas con la justicia, al entenderse que ciertamente era culpable de todos los delitos que se le acusaban, pero que la expropiación de sus empresas no fue lícita, que Ruiz-Mateos decidió emprender una carrera política. Lo hizo al frente del partido Agrupación Ruiz-Mateos, la cual le valió un puesto como eurodiputado en el Parlamento Europeo. Parte del éxito de su campaña reside en su lema: “¡Que me votéis, leche!”.

El rey de los flanes Dhul

Tras recobrar parcialmente la calma, Ruiz-Mateos decidió crear un nuevo holding, Nueva Rumasa, que comprendía empresas como Clesa, Trapa, Garvey, Dhul o Elgorriaga, así como la compra del club Rayo Vallecano. Para potenciar sus ventas, no dudó en protagonizar él mismo anuncios de televisión dando a conocer sus flanes Dhul, los cuales se convirtieron también en un icono gracias a la parodia a Miguel Boyer e Isabel Preysler: “Que gol le hemos metido”, decía con sorna.

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