¿Te imaginas cómo sería si las marcas fueran lo suficientemente honestas como para decir la verdad?, hamburguesas idílicas que no tienen ni una hermana gemela en la realidad o yogures que tienen una única finalidad, la de «cagar de lo lindo», pero ¿por qué maquillar tanto la realidad?. Ahora, el ilustrador Clif Dickens ha decidido llamar las cosas por su nombre y mostrar gráficamente en su web Honest Slogans, que ya se ha convertido en todo un éxito, la realidad que se esconde tras el maquillaje del marketing de las marcas que nos rodean en nuestro día a día.
Una serie que desmonta el complejo trabajo de los departamentos de marketing que se rompen la cabeza para vender de la manera más eficiente, sugerente y atractiva a su público objetivo, pero que, en ocasiones, les sería más sencillo llamar las cosas por su nombre.
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